El crimen en el mundo virtual ha sido un hueso duro de roer para las autoridades. Llegar hasta el fondo de un ataque cibernético y recopilar las suficientes pruebas para conseguir que se condenen a los culpables, no son una tarea fácil. Pero la situación está cambiando poco a poco y, cada vez más, los hackers –desde aquellos que roban fotos personales de celebridades desnudas a los organizadores de timos millonarios- tienen que defenderse en los tribunales.
Los comienzos del s. XXI fueron la edad dorada para el cibercrimen. El rápido aumento de la audiencia en Internet, la cual no conocía los peligros de la Red; el inicio de los sistemas de pago online y la legislación rezagada ayudaron a que se produjesen estafas online sin apenas la mínima posibilidad de cazar a los autores. Por este motivo, no es sorprendente que los crímenes perpetrados por una sola persona pasaran a ser realizados por grandes organizaciones. Sin embargo, las buenas noticias son que, paulatinamente, estas bandas de cibercriminales ya no lo tienen tan fácil. Para demostrar esto, os enseñamos los 10 casos más recientes donde los delincuentes han dado con sus huesos en la cárcel.
En búsqueda de fotos sexys
Si eres joven, atractivo y famoso, no olvides cambiar tu contraseña por otra más fuerte e instalar una solución de seguridad informática en tu ordenador. Ésta es la lección que tuvo que aprender la cantante canadiense Carly Rae Jepsen. El año pasado, Christopher David Long accedió a sus datos y archivos personales, incluyendo fotos de la artista desnuda. Según las fuentes, la policía empezó a investigar el ataque en marzo de 2012; al mismo tiempo que Long intentaba vender las fotos a la prensa sensacionalista. Los detalles de la investigación y las fotos no se han hecho públicos, pero lo más importante es que se capturó a Long en diciembre, según el periódico The Vancouver Sun.
Billete de primera clase, destino la cárcel: el botmaster de ZeuS paga millones
El hacker argelino, Hamza Bendelladj, fue arrestado en el aeropuerto de Bangkok a principios del mes de enero, después de que la policía recibiese el aviso del FBI, los cuales habían estado siguiendo al delincuente durante tres años. Sabían que Hamza estaba detrás de un botnet basado en el famoso ZeuS. Se acusa al hacker de reunir casi 20 millones de dólares mediante una serie de transacciones ilegales, las cuales afectaron a 217 bancos e instituciones financieras. Cuando le capturaron, llevaba una gran vida de lujo y viaja alrededor del mundo en primera clase. Ahora, se enfrenta una extradición a los EE.UU. y un juicio en el estado de Georgia.
12 años por robo de datos
En el mes de febrero, el cibercriminal holandés, David Benjamin Schrooten, más conocido como Fortezza, fue sentenciado a 12 años de cárcel. Formaba parte de un grupo criminal responsable del robo de 100.000 números de tarjetas de crédito que, luego, se vendían en una website. Dicha sentencia también afecta a algunos de sus cómplices, mientras que otros esperan a que se abran sus casos. La investigación reveló que Schrooten había intentado hackear otros foros similares con el objetivo de robar a los clientes. Aunque había sido muy meticuloso ocultando su rastro, el brazo de la ley, finalmente, terminó alcanzándole en Rumania, extraditándole a EE.UU.
105 años por extorsión sexual
A finales de enero, el FBI arrestó a Karen “Gary” Kazaryan, de 27 años. Este particular hacker solía atacar Facebook, Skype y cuentas de email pertenecientes a mujeres. Una vez, tenía acceso al perfil, cambiaba la contraseña, bloqueando el acceso de las víctimas a las plataformas. Después, Kazaryan buscaba direcciones de correo electrónico, archivos, fotos comprometedoras, amigos y contraseñas. Usaba dicha información para coaccionar a las víctimas para que se desnudaran delante de la webcam. Los investigadores del caso encontraron, aproximadamente, 3.000 fotos de mujeres desnudas y semidesnudas en el ordenador de Kazaryan. Algunas de ellas las había sacado de los perfiles y otras a través de sesiones de Skype. Las autoridades le han castigado con 30 cargos de intrusión informática no autorizada, siendo culpable de todos ellos, y, ahora, se enfrenta a una pena de 105 años de cárcel.
Anonymous tras los barrotes: los hackers ideológicos también son criminales
El movimiento “hacktivista” hackea o bloquea páginas webs con fines políticos en vez de económicos. No obstante, esto es ilegal y la corte británica de Southwark ha confirmado que estos individuos están sujetos a las mismas penas que el resto de cibercriminales. Según la BBC News, los hackers Christopher Weatherhead y Ashley Rhodes fueron condenados a 18 y 7 meses de prisión, respectivamente, por organizar el ataque DDos contra PayPal, MasterCard, Visa y otras entidades. Los activistas de Anonymous no estaban de acuerdo con que estas compañías pusieran trabas a la financiación de Wikileaks. Según el juez, los hackers tomaron precauciones, realmente sofisticadas, para ocultar su identidad, pero la investigación tuvo más éxito que ellos.
‘Anonymous’ al estilo Krasnoyarsk: ataque DDoS con tintes políticos
La policía de Krasnoyarsk investigó dos casos muy similares este invierno. Los juzgados de esta ciudad de Siberia impusieron una multa de 25.000 rublos y dos años de libertad condicional a Pavel Spassky, después de que este estudiante organizara un ataque DDos contra dos páginas web del gobierno a principios de mayo de 2012. Además, también se produjo un caso similar en la misma ciudad, cuando un individuo hackeó la website kremlin.ru el 9 de mayo. Este último acusado luchó por su inocencia, pero ahora tiene que enfrentarse a 4 años de cárcel.
Reuniendo millones: 100 euros de cada vez
Once miembros de una banda criminal fueron arrestados en España al ganar un millón de euros en un año, difundiendo un virus, supuestamente, de la Policía. Esta herramienta de ciberextorsión acusaba a las víctimas de haber cometido alguna falta y les bloqueaba su ordenador hasta que pagasen una multa de 100 €. Además, el malware les robaba sus datos personales. Todavía no existe una sentencia final, pero, en los últimos años, España ha encerrado entre rejas a un gran número de criminales de este tipo.
Ali-Baba y los 4 ladrones
Hace una semana, se arrestaron a cuatro cibercriminales en Dubai tras robar, al menos, 2 millones de dólares a compañías de los Emiratos. Usando técnicas de estafa y hacking, los delincuentes desviaban fondos a sus cuentas bancarias. Algunos miembros de la banda, de origen asiático y africano, ya habían huido del país. No obstante, la Interpol ha interpuesto una orden de búsqueda y captura internacional.
10 años por atacar a las estrellas
Un hacker fue sentenciado a 10 años de cárcel y una multa de 66.000 dólares, a pesar de que la acusación sólo pedía seis meses de prisión. Christopher Chaney fue condenado por acceder, ilegalmente, a la cuentas de email de famosos, incluyendo a la estrella del cine, Scarlett Johansson, la cantante Christina Aguilera y la actriz Mila Kunis. El delincuente robó y publicó fotos de ellas desnudas. Algunas de estas “celebrities” decidieron presentarse en el juicio para apoyar a la acusación. Cheney usaba un sistema muy sencillo para conseguir las contraseñas. Pinchaba en el botón “¿Has olvidado tu contraseña?” y respondía a un par de simples preguntas. Así, el criminal encontraba las respuestas a dichas cuestiones en fuentes públicas o en las biografías de las estrellas. No solo tuvo suerte una vez, sino en 50 ocasiones.
Un negocio familiar
A primera vista, Vladimir Zdorovenin y su hijo Kirill llevaban un negocio online totalmente legal. Sin embargo, como declararon las autoridades estadounidenses, las tiendas online de la familia Zdorovenin solían robar los fondos de las tarjetas de crédito de sus clientes sin su autorización. Además, también se apoderaban del dinero de otras cuentas a través de foros. La familia ha huido pero en enero, las autoridades suizas detuvieron a Vladimir y lo deportaron a EE.UU para cumplir una condena de tres años. El paradero de Kirill todavía es desconocido.
Como se puede ver, no es tan fácil capturar a los cibercriminales y el proceso no siempre es fácil. A pesar de todos los inconvenientes, la batalla global contra el cibercrimen está a favor de las autoridades. Los expertos están trabajando conjuntamente con las autoridades; los tribunales están aprendiendo a tratar con nuevos tipos de evidencias y, cada vez más delincuentes terminan tras las rejas.