#BionicManDiary, entrada 008: reflexionando sobre los trabajos del futuro

Evgeny Chereshnev, cíborg profesional, habla sobre fascinantes y nuevos trabajos que aparecerán en un futuro cercano.

Hace un año me implanté un biochip en mi mano y me embarqué en un viaje experimental. Mi objetivo es comprender cómo vivirán los humanos conectados del futuro y averiguar qué podría salir mal. Empecé apuntando mis percepciones para publicarlas en este blog. Y así fue cómo nació #BionicManDiary.

Estás leyendo la octava entrada de mi diario, la cual trata de trabajos que hoy en día no son más que ideas pero que el año que viene estarán a la orden del día.

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1. Ingenieros de ADN

Sí, esta profesión ya existe, aunque de forma primitiva comparada con lo que espero ver pronto. Hoy, los profesionales intentan abordar los problemas fisiológicos utilizando la ingeniería genética. Un solo gramo de ADN contiene 700 terabytes de información; una cantidad de información con la que podríamos experimentar eternamente. Para que os hagáis a la idea de dicha magnitud, un ordenador moderno necesitaría 10 000 décadas para descifrar una contraseña de 16 símbolos. ¡Imagina cuánto se tardaría en descifrar 700 terabytes! En un futuro cercano veremos una gran demanda de personas que puedan desarrollar profesionalmente combinaciones de ADN para diferentes aplicaciones.

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2. Criadores de órganos humanos

Hoy en día es posible “cultivar” 11 partes del cuerpo en el laboratorio (incluyendo los órganos sexuales). Ya podemos utilizar impresoras 3D para imprimir casi cualquier cosa, incluso piezas de repuesto para cohetes, sin mencionar implantes humanos. Veo muy probable que el diseño y la producción de implantes biológicos para humanos pasen a ser en masa en los próximos tres o cinco años, lo que terminaría en la creación del puesto de criador de órganos humanos. Estos profesionales cultivarán o imprimirán partes corporales y órganos para necesidades medicas y de investigación.

3. Colonizadores de Marte

Elon Musk ya está considerando seriamente la colonización de Marte. Se imagina que la primera expedición humana en Marte será en 2018 (dentro de muy poco). Para muchos de los colonizadores será un viaje de solo ida.

4. Asistentes de vuelos espaciales

El hecho de tener público a bordo requiere que haya profesionales que los puedan atender. Estas personas estarán bien entrenadas para asegurar la seguridad de a bordo y para supervisar los mandos, el ecosistema y y la infraestructura del viaje espacial. También deberán tener conocimientos en psicología.

5. Ingenieros de comunicaciones interplanetarias

De media son necesarios 15 minutos para que una señal de Marte llegue a la Tierra (entre 3 y 22, depende de la distancia de los planetas en el momento). Y otros 15 minutos para que vuelva. Olvídate de Netflix, el acceso a Internet básico será un serio problema que requiere de una solución urgente. Para hallarla, se necesitará un nuevo tipo de profesionales que diseñen una nueva arquitectura fundamental de comunicaciones. Por ejemplo, quizá intenten enviar un “depósito” de datos prioritarios de Internet a Marte y luego desarrollen un Internet autónomo que solo intercambiaría información crítica con el Internet de la Tierra.

6. Agentes de la autoridad coloniales

Durante la primera fase de terraformación, la policía y las estructuras militares no serán necesarias. Pero una vez que la población de colonizadores pase de las 100 personas, se necesitarán sheriffs marcianos. Y una población de millones de personas querrá una soberanía (y fuerzas armadas). Personalmente, me imagino una situación como la de Gran Bretaña con EE.UU.: al final, Marte y la Tierra vivirán en paz, pero primero tendrán que dejar las cosas claras.

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7. Mineros espaciales

Según la NASA, el cinturón de asteroides cercano a la Tierra contiene entre 1,1 y 1,9 millones de asteroides grandes y varios millones de otros pequeños. De muchos de ellos se puede extraer recursos como agua. Pensadlo: enormes trozos de oro, platino, uranio, plutonio, zinc y otros muchos elementos están flotando allí arriba. Un solo trozo de oro podría valer tanto como los activos de reserva totales de la Tierra. Ya hay interés en minar asteroides y para el 2025 será una realidad.

Por supuesto, la mayoría del trabajo se automatizará, pero aun así se necesitarán personas en el proceso. Desde un punto de vista económico, es más inteligente tener pequeñas terminales de recarga en el espacio y así optimizar la logística. La industria pesquera trabaja en algo similar: familias trabajando en instalaciones totalmente operativas que flotan en mar abierto. En definitiva, veo muchas oportunidades para los nómadas románticos del mañana, al igual que sucede con las nobles corporaciones como Weyland-Yutani y sus minas de minerales.

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8. Ciudades flotantes

Los planetas lejanos no son los únicos lugares adecuados para la colonización. No utilizamos el 100 % de nuestra Tierra. Hace poco, me topé con un proyecto interesante: un prototipo de ciudad flotante. Esta maravillosa idea de brillante mente ingeniera es un rascacielos flotante que funciona totalmente con energía renovable. Por cierto, hay una docena de proyectos parecidos. Creo que estas colonias aparecerán dentro de muy poco. Lo único que se necesita para que suceda es la fuerte voluntad y entusiasmo de algún millonario loco como Elon Musk.

9. Constructores de motores solares

Los compañías petrolíferas están condenadas, al igual que lo están las de tabaco. Soy un gran defensor de Elon Musk en su aventura de cambiar el modo de pensar de las personas. Parecemos incapaces de resolver nuestros problemas y de mirarlos con una perspectiva mejor; quemamos hidrocarburos y matamos a nuestro propio planeta a pesar de que disponemos de la cuantiosa energía solar gratis y de forma perpetua (para la mayoría de los seres vivos). Los coches de Tesla han demostrado que la infraestructura de los coches eléctricos es real. Y en los años venideros, veremos un inmenso interés por ingenieros, físicos y constructores de nuevos tipos de motores.

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Estos motores utilizarán energías renovables: el sol, el viento, hidrógeno controlado con fusión nuclear y otros fuentes de energía aún por descubrir. La demanda de ingenieros ya ha empezado a crecer. Por cierto, HyperLoop está buscando nuevos empleados.

10. Desarrolladores de infraestructura auxiliar para coche autónomos

Los coches autónomos llevan años siendo de interés y los principales fabricantes se han iniciado en este negocio. En otras palabras, la cuestión no es si tendremos coches que se conducen solos, sino cuando llegarán. Pero crear un coche inteligente no es suficiente, también se requiere de infraestructura: aparcamientos inteligentes que comuniquen información a los coches sobre los lugares libres; estaciones de carga inteligentes que inviten a los coches a recargarse antes de que lo necesiten, entre otras muchas cosas más.

La infraestructura de la ciudad también, incluyendo el transporte público, las estaciones de carga, los suministros, la seguridad deberán sincronizarse con cualquier tipo de coche que no lleve conductor. Por ello habrá una gran demanda de especialistas de esta rama: mejorar cualquier infraestructura y ecosistema no es un algo puntual, es un proceso continuo.

11. Ingenieros de seguridad para sistemas de control industrial e infraestructura crítica

¿Crees que una central nuclear o una ciudad inteligente deberían controlarse con Windows u otro sistema operativo para usuarios? Desde mi punto de vista, sería del todo inaceptable. Las probabilidades de que se hackee a un usuario normal rondan el 0,001 %, lo que es un riesgo aceptable (por cierto, adquieres ese porcentaje si utilizas la mejor solución de seguridad). Pero la probabilidad de que hackers lleven a cabo un ataque nuclear debería ser cero.

En 1961, Estados Unidos casi causa una explosión nuclear en Carolina del norte cuyo impacto hubiera sido 200 veces mayor que el de Hiroshima. No es broma. En 1961, fue pura suerte que nos salváramos. Hoy en día, prácticamente todo se controla con ordenador y así seguirá siendo por ahora. Por lo que será mejor que nos aseguremos de que los hackers no pueden echarle el guante a los sistemas más críticos (armas estratégicas, suministro de agua, electricidad y otros elementos de infraestructura crítica). Nuestro objetivo como humanos es migrar todos los objetos de infraestructura crítica a sistemas operativos seguros que excluyan la posibilidad de un hackeo o de un fallo. Dichas soluciones existen, por lo que se necesitan profesionales que innoven y los implementen ya.

12. Científicos de datos

Los humanos descubrieron la existencia de las bacterias a finales del siglo XVI. Antes de ello, la gente solía atribuir toda clase de sucesos, como la diarrea causada por comida en mal estado, a la magia. Un microscopio nos abrió los ojos a un mundo totalmente nuevo que había coexistido con el nuestro durante millones de años. Lo mismo sucede hoy con los datos.

Un mundo de datos rodea a cada persona. Los datos incluyen pistas sobre qué y cada cuánto comemos, cada cuánto corremos, lo que compramos, cuánta comida consumimos, lo lejos que viajamos, dónde suele haber atascos, si estamos casados o divorciados y mucho más. Mirar todos esos datos (mirar a través de estos datos) era imposible hasta hace bien poco. Ahora, esta nueva ocupación (los científicos de datos) tiene a profesionales que trabajan con conjuntos de datos y que programan la lógica de producción y la visualización del big data para obtener hechos y cifras que antes eran impensables (como la media de divorcios entre los lectores de blogs o la altura media de los pacientes de melanoma).

13. Ciberpolicía de inteligencia artificial

No existe una sola opinión sobre lo que la Inteligencia Artificial (IA) puede traernos. La mayoría de los científicos y grupos de reflexión la consideran una gran amenaza para la humanidad. Personalmente creo que la IA es peligrosa y conlleva una amenaza mayor y la razón es muy simple: a los humanos nos costó cientos de miles de años evolucionar en seres inteligentes, mientras que la IA es capaz de automejorar y de crear su propio código e infraestructura en cuestión de segundos.

Para simplificarlo, la IA progresaría intelectualmente de un gusano a Stephen Hawkins en un par de segundos. En otros dos segundos, Stephen Hawkins sería un gusano en comparación con esa IA. En este caso, la IA consideraría que la existencia de los humanos es valiosa solo si somos una parte indispensable de su ecosistema. Objetivamente, somos una amenaza desde el punto de vista de la IA porque podemos pulsar un botón rojo para desactivarla.

Aparecerá una nueva clase de oficiales de policía, armados no con armas, sino con altos cocientes intelectuales. Estos sabelotodo mantendrán la IA bajo control y se asegurarán de que su arquitectura y desarrollo se mantengan dentro de unos límites seguros. Será necesario, al menos, hasta que llegue la era de la singularidad y las formas orgánicas se fundan con la cibernética para crear una nueva forma: el Homo cyberneticus.

14. Cibersoldados virtuales

Las probabilidades de que la futura humanidad se enfrente en guerras sangrientas son escasas. Lo digo por dos razones. La primera porque, en años venideros, necesitaremos un gran número de colonizadores para enviar a Marte, a los satélites de Júpiter y Saturno y a los asteroides, por lo que cada persona será un activo valioso. En segundo lugar porque, si empezáramos la III Guerra Mundial, la humanidad se enviaría de vuelta a sí misma a la Era Mesozoica. ¡Sin bacon, ni trufas, ni Shiraz!

No me malinterpretéis, estamos en guerra. Pero es una ciberguerra. La demanda de “antihackers” es más alta que nunca. Puedes pedir trabajo a Kaspersky Lab y conseguirlo si tienes las competencias necesarias. La demanda de estas personas es alta: la armada de luchadores contra el cibercrimen anda corta de personal. Así que los niños de hoy que sean buenos en cálculo, programación, física y lógica tienen una oportunidad de cambiar el mundo, en el sentido estricto de la palabra.

15. Policías al estilo de Minority Report

A la vez que recolectamos datos sobre todos y sobre todo, dejamos que salga un genio de la botella: es poderoso, pero también se inclina ante quien frote la lámpara. El big data puede optimizar y mejorar la vida: eliminar los atascos, prolongar la esperanza de vida, disminuir los accidentes de tráfico y mucho más. El big data es como una herramienta de adivinación con una precisión alta.

¿Alguna vez te has preguntado cómo el navegador de Google predice si hay atascos en la carretera? La compañía no tiene acceso a cámaras de velocidad; en su lugar, Google tiene acceso a millones de smartphones que envían datos en tiempo real y así es como la compañía sabe que la probabilidad de que haya un atasco en la calle N a las 5 de la tarde es alta (tradicionalmente ha sido así).

La desventaja es esta: imagina que alguien tiene petabytes de datos acumulados sobre miles de millones de personas durante décadas, ha aprendido sus hábitos, sus comportamiento y demás (es algo que ya sucede). Estos datos pueden usarse para crear patrones y predecir que a cierta edad una serie de eventos podrían hacer que alguien se plantee cometer un asesinato.

Un enfoque sería intentar prevenir dichos crímenes antes de que sucedieran (una vigilancia policial al estilo de Minority Report). El mero planteamiento sobre ello mantendría a los moralistas debatiendo durante años. Les dejaré los debates a ellos y diré que la Policía del Pensamiento es un trabajo del futuro.

16. Arquitectos de realidad virtual

2016 ha sido el año en que las gafas de realidad virtual han llegado al mercado. La industria está destinada a abrirse paso y, junto con la mayoría de las tecnologías modernas, el porno y los juegos avanzarán. Pero una vez se hayan satisfecho las necesidades básicas del público principal, el mundo virtual se desarrollará y mejorará con el tiempo (y quizá para crear versiones virtuales de países y continentes).

Para que la realidad virtual valga de verdad la pena, debe ser algo más que bloques de edificios idénticos a los reales (por analogía, los bloques de apartamentos típicos no atraen tanto como los proyectos únicos de arquitectura). La realidad virtual permitirá a los arquitectos con talento desafiar las leyes de la física y crear proyectos ambiciosos que serían imposibles en el mundo real. La demanda de dichos especialistas será inmensa.

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17. Ciberatletas profesionales de realidad aumentada

Los ciberdeportes son una industria multimillonaria con un potencial de crecimiento inmenso, con tasas impresionantes de adopción de nuevas tecnologías. Por ejemplo, los drones llevan pocos años entre nosotros, pero una liga profesional de drones ya existe y otorga premios de verdad

Es una época preciosa en la que una persona puede ser un ciberjugador profesional y ganarse la vida decentemente. Hace un par de años la bolsa de premios de Dota 2 era de más 6 millones de dólares. Con el alza de la realidad aumentada, los videojuegos serán más inmersivo. Creo que este nuevo tipo de deporte combinado con la vida real y la realidad virtual tiene muchas oportunidades. En otras palabras, en un futuro no tan distante quizá veamos a gente corriendo en un estadio real llevando gafas de realidad virtual, disparando a sus oponentes y cruzando zonas de obstáculos. Vaya, ¡sería todo un espectáculo!

18. Desarrolladores de hogares inteligentes

El concepto de hogar inteligente ya no es noticia: puertas que se abren solas, paredes que se convierten en pantallas de televisión, frigoríficos inteligentes… Se necesita un ecosistema adaptado a las necesidades y hábitos del propietario, al espacio libre, a los miembros de la familia, a la edad de todos, etc. Desarrollar dichos sistemas, los algoritmos y los escenarios de uso es tanto arte como ciencia. Ya se está contratando a las personas capaces de crear dichos sistemas.

19. Descubridores de talentos

Cada uno de nosotros es único y tiene talentos únicos, pero los esquemas de la educación tradicional han demostrado no ser efectivos para descubrir los talentos. Muchas compañías como Google y Kaspersky Lab no miran los diplomas cuando contratan, juzgamos a los candidatos según sus competencias y su motivación.

bionicmandiary-008-robotEn los próximos 15 o 20 años aparecerá una nueva profesión: un trabajo similar al de buscador de oro, pero sin buscar recursos naturales, sino talento real entre las personas. Comprobarán millones de perfiles en las redes sociales y las bases de datos en busca de ciertos rasgos que definen a personas talentosas y los signos tempranos de la capacidad de un genio. Para encontrar a los candidatos adecuados, estos reclutadores usarán herramientas especiales de selección para descubrir el compromiso emocional de los candidatos.

20. Genealogistas digitales

Cuando dejamos este mundo, siempre dejamos algún tipo de legado, sean libros, fotos, recuerdos o viejas grabaciones. Ahora, con las redes sociales, también dejamos un nuevo tipo de legado: un legado digital. Dentro de poco, empezaremos a dejar a nuestros nietos las claves del almacenamiento en la nube en el que se contienen nuestros archivos o nuestros datos de Facebook e Instagram. Las redes sociales ya guardan más recuerdos de los que un humano puede recordar físicamente y esta información podría ser de mucho valor para las futuras generaciones.

Estudiar y analizar el legado de alguien es una tarea tediosa y difícil. En el futuro, los profesionales crearán un árbol genealógico de datos o buscarán la respuesta de una cuestión candente al investigar los recuerdos de nuestros ancestros (o harán selecciones curiosas como “familiares a los que les ha gustado montar a caballo en los últimos 1 000 años”).

21. Hoteleros para nostálgicos

Muchos de nosotros ya estamos constantemente conectados a Internet (o pronto lo estaremos). Esta tendencia generará la demanda de un tipo especial de turismo que yo llamo hospitalidad “en el tiempo”: una desintoxicación digital que empieza con una persona que entrega todos sus smartphones y dispositivos para continuar con un viaje a caballo o con un transporte similar hacia una casa de madera equipada con una vela, un hacha, un libro y una alfombra ecológica. La demanda no es muy alta hoy en día, pero está creciendo y continuará así (de eso estoy 100 % seguro).

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