#BionicManDiary Entrada 004: Cuando StarWars resultó estar más cerca que en una galaxia muy muy lejana

Hoy relacionaremos el experimento de implantación de Kaspersky Lab con un concepto comprensible y culturalmente relevante – el uso de la Fuerza Jedi™.

Hoy relacionaremos el experimento de implantación de Kaspersky Lab con un concepto comprensible y culturalmente relevante – el uso de la Fuerza Jedi™.

Esto te puede sorprender, pero con el nivel de tecnología actual, el uso de la Fuerza Jedi™ no es gran cosa. Leon Theremín introdujo uno de los principios más adecuados relacionados con este experimento en 1920. Si por casualidad has visto o escuchado un instrumento musical llamado Theremín, entonces sabes de lo que estoy hablando. Para aquellos que no están familiarizados con este aparato, aquí hay una entretenida demostración de este principio fundamental por Sheldon Lee Cooper, Ph.D., Sc.D.:

Cuando se trata de conectar el Poder Jedi a las aplicaciones del mundo real, el Thereminvox no es el mejor ejemplo. Sin embargo, Kinect One, una tecnología desarrollada por Microsoft que es capaz de rastrear los movimientos de un cuerpo humano con gran precisión, es una combinación perfecta.

Estos controladores se utilizan sobre todo (aunque no específicamente) para los videojuegos. Si quieres aprender más sobre los detalles, échale un vistazo a este vídeo donde el jefe de desarrollo del equipo de Microsoft, Kareem Choudhry, demuestra las capacidades de la última generación de Kinect, que cubre los grandes principios de este concepto:

Así, si alguien establece un mecanismo motorizado diseñado a propósito en una puerta y sincroniza el proceso de Kinect con el motor del software, es posible que se pueda abrir y cerrar la puerta simplemente agitando tu mano.

Pero hay una función importante que Kinect no es capaz de hacer: identificar al usuario con seguridad absoluta. Es entonces cuando entra en juego nuestro biochip. Indica al sistema que soy yo, específicamente, quien está intentando abrir la puerta y que tengo permiso para hacerlo.

No es necesario mencionar que el sistema aún no es perfecto – hay mucho trabajo por delante. Todavía no está disponible para su venta comercial, claro, ya que hay un millón de detalles por refinar y mejorar, incluyendo temas claves de seguridad, la facilidad de uso y, por último, la concesión de licencias y producirlo.

Pero en el gran esquema de las cosas, estos son pequeños obstáculos. La lección más importante que aprendimos es que esta tecnología soñada por George Lucas en 1970, ¡está sucediendo realmente hoy en día! Vamos a contribuir todos a este proyecto: deja tus propias sugerencias en la parte de los comentarios sobre cómo aplicarías la Fuerza Jedi o cualquier otro concepto de ciencia ficción en la vida cotidiana. Juntos vamos a liberar al mundo de cerraduras y llaves, convirtiendo “Jedi” en un término real que haga referencia a personas biónicas con mentes nobles.

Y por supuesto, Sith también aparecerá.

Bueno es hora de despedirme en este divertido post. Mantente en contacto y espera nuestro próximo episodio sobre el biochip y la realidad virtual.

#BionicManDiary Entrada 001La historia de cómo se implantó un chip en mi cuerpo.

#BionicManDiary Entrada 002Cuando el chip empezó a dar vueltas y a girar por la noche.

#BionicManDiary Entrada 003Cuando evadí la contraseña del smartphone.

P.D. No me he olvidado de que la última vez mencioné que quería enseñaros un vídeo de demostración de cómo entré en la oficina de Kaspersky Lab sin llave. Por desgracia, no lo he hecho aún porque las cerraduras que nos enviaron funcionan en frecuencias diferentes. Estas cosas pasan, y ahora estamos esperando a que nos lleguen las nuevas. Me aseguraré de demostrar el proceso en cuanto pueda en uno de los siguientes episodios.

Consejos