¿Qué pensarías si recibieras un correo electrónico con el asunto “Agencia Central de Inteligencia, caso #45361978”? ¿Asumirías que alguien, en alguna parte, ha cometido un error garrafal y te ha enviado un archivo ultrasecreto sin querer? ¿O que te están reclutando para el Servicio Secreto (bueno, nunca se sabe)? En cualquier caso, lo más probable es que estés equivocado y que estos correos en cuestión se utilicen para extorsionarte.
Acusado de pedofilia por la CIA
El autor de los correos que atrajo la atención de nuestro grupo de expertos se hace pasar por un agente de la CIA que presuntamente ha descubierto esta información personal del destinatario en el caso #45361978 (relacionado con la posesión y distribución de pornografía infantil o eso parece). El “agente” señala que la CIA está a punto de arrestar a más de 2.000 presuntos pedófilos en 27 países, además, en el mensaje se acusa al destinatario de ser uno de ellos.
El ciberdelincuente tiene la gentileza de divulgar toda la información en manos del departamento: al parecer, no solamente el nombre de la víctima, número telefónico y correo electrónico, sino también su domicilio personal y laboral, así como información sobre familiares (supuestamente obtenida de una serie de fuentes, como el proveedor de servicios de Internet, las conversaciones online y las redes sociales).
Supuestamente el ciberdelincuente tiene acceso al expediente judicial y puede ayudarte a evitar el arresto borrando la información comprometedora. Sin embargo, para lograrlo, la víctima tendrá que pagar 10.000 dólares en bitcoin. Pero no hay tiempo que perder, ya que los primeros arrestos comenzarán en un par de semanas y, para que este amable empleado de la CIA te ayude, debes transferir la cantidad en menos de nueve días.
No creas a los extorsionistas
Este tipo de correos fraudulentos que acusan a la víctima de consumir pornografía no son nada nuevo. Sin embargo, en la mayoría de los casos los cibercriminales se refieren al porno legal; se presentan como hackers en sus mensajes plagados de faltas de ortografía y amenazan con revelar tus hábitos inmorales a tus amigos y compañeros.
En comparación con el spam de sextorsión común, el mensaje de la “CIA” está bien redactado, la gramática es correcta y, en cuanto al estilo, el tono suena bastante institucional. Los estafadores también cuidan el diseño: el mensaje tiene un buen formato y es fácil de leer; además, el emblema de la CIA que aparece en la pantalla otorga autenticidad.
Sin embargo, no porque un mensaje luzca más imponente significa que sea verdadero. No te ofendas, pero lo más probable es que le importes un bledo a la CIA. Seguramente los estafadores han encontrado tu dirección de correo en una base de datos filtrada online o, incluso, hayan llegado hasta ella por casualidad.
Lo más probable es que no tengan ningún tipo de información sobre ti. Dichos mensajes se envían a miles, o incluso millones, de personas con la esperanza de que alguien muerda el anzuelo. Considerando la cantidad del rescate, incluso aunque solo unas pocas víctimas paguen, el tiempo y esfuerzo de los delincuentes habrá merecido la pena.
No te alarmes
Si recibes un correo electrónico aparentemente de la CIA, lo más prudente es enviarlo a la papelera de inmediato. La probabilidad de que alguien te vigile desde Langley es estadísticamente muy baja. Sin embargo, si te puede la curiosidad y lo lees, nuestro primer consejo es que no entres en pánico.
- No pagues nunca a los estafadores; eso solamente animará a los extorsionistas a pedir más.
- No respondas al correo, incluso aunque realmente quieras demostrar que tu nombre está en el “expediente judicial” por error. Al hacerlo, solamente confirmarás que tu dirección es válida y provocarás una oleada de spam. Por esta misma razón, no intentes provocar a los estafadores.
- Cierra el mensaje y márcalo como spam: esto ayudará a que el filtro antispam haga mejor su trabajo.