Hoy en día, gran parte de nuestra vida tiene lugar en el mundo online: cuentas bancarias, tiendas, tarjetas de crédito, correo electrónico… Todos tenemos una gran cantidad de información confidencial guardada detrás de una cerradura digital. Por este motivo, es tan importante que nuestros “cerrojos” –contraseñas- sean lo más seguros posibles y debemos crear un código de acceso único para cada una de nuestras cuentas online.
“La gente necesita darse cuenta de que las contraseñas son la llave de nuestra identidad online, así que lo último que deseamos es tener la misma llave para toda la información que almacenamos en Internet”, nos dice David Emm de Kaspersky Lab.
Así, no se debería reciclar el mismo código para otras cuentas y tampoco modificar ligeramente la contraseña. Si tu nombre es Manuel, por ejemplo, nunca uses como contraseña Manuel1, Manuel2, Manuel3…
En su lugar, nos dice Emm, necesitamos crear una contraseña específica para cada cuenta. ¡No os preocupéis! Esto es mucho más sencillo de lo que parece.
En primer lugar, no debemos usar un término que esté relacionado con nosotros mismos. En muchas ocasiones, compartimos, inintencionadamente, información personal en redes sociales, dejando nuestros datos a la vista de los hackers. Así que no uses el nombre de tu gato o el apodo de tu hijo como código de acceso.
De hecho, Emm nos aconseja que creamos una contraseña que no se pueda encontrar en el diccionario. Los piratas informáticos utilizan unos programas que buscan en el diccionario con el fin de encontrar palabras que den acceso a tu cuenta. Además, no debes usar sólo letras, incluye números o símbolos no alfanuméricos.
No es tan difícil recordar todas nuestras contraseñas como parece. Sólo necesitas crear una fórmula para memorizarlas. Escoge una palabra que quieras usar y crea un método para mezclar las letras y reemplazarlas con números y símbolos no alfanuméricos: por ejemplo, cambia el primer carácter por el último, reemplaza el segundo por un guión y, así, sucesivamente.
Algunos atacantes, en cambio, intentarán restablecer tu contraseña respondiendo a la pregunta de seguridad. En este caso, Emm nos recomienda que dediquemos unos minutos a pensar una pregunta y una respuesta compleja en vez de escoger alguna de las cuestiones estándar que nos ofrece el proveedor de email.
“Lo que intentamos hacer aquí, como individuos, es minimizar el riesgo online”, nos comenta David Emm.
PD: Recuerda que puedes descargarte de forma gratuita nuestro Administrador de Contraseñas.