Seguramente ya habrás oído hablar del gran cambio que experimentó nuestra empresa la semana pasada. Sin embargo, ¡los grandes cambios no son nada nuevo para nosotros! Desde que empezamos hace 22 años ha sido un no parar de cambios, siempre para bien, por supuesto. Básicamente, el cambio se ha vuelto nuestra profesión. He aquí la razón…
El futuro no pintaría bien para nosotros si no entendiéramos el desarrollo de la tecnología. Pero no estoy hablando de las ventas; lo que digo es que, en tal caso, quizás no habría nadie alrededor que pudiera comprar nuestros productos.
Es una broma…
Estoy seguro de que todo irá bien. La tecnología está cambiando el mundo para bien. Y claro, las nuevas posibilidades traen nuevos riesgos, pero siempre ha sido así.
Nuestro trabajo es identificar los riesgos, eliminarlos y evitar que vuelvan a aparecer. De otro modo, las defensas no serían más que una etapa posterior a los ataques, lo cual no constituye una defensa. En nuestro sector tienes que ser capaz de anticiparte a los pensamientos de los ciberdelincuentes y dificultarles el camino. Lo cierto es que esta habilidad siempre nos ha diferenciado de la competencia. ¿Te acuerdas de NotPetya, una de las epidemias globales más notorias de los últimos años? Pues nosotros la detectamos, sin necesidad de ninguna actualización.
Nos gustó tanto la idea de anticiparnos al futuro que decidimos lanzar un proyecto basada en esto, lo llamamos Earth 2050.
Earth 2050 es una plataforma de crowdsourcing (disculpad la jerga) para mirar hacia el futuro. Y con ello me refiero a que se trata de un lugar donde absolutamente todos (desde un ministro hasta un barrendero) pueden compartir su visión del futuro, ya sea por escrito, con imágenes o gráficos.
Pero si la clarividencia no es lo tuyo, siempre puedes dar me gusta y comentar las predicciones de los demás; hay para todos.
Pero ¿por qué es tan importante esta plataforma?
El futuro es difícil de predecir. Quien lo intenta tiene una gran probabilidad de equivocarse, lo cual es comprensible y natural. Pero las predicciones sobre el futuro de muchas personas (aunque solo acierten parcialmente, estén incompletas o sean contradictorias) suman mucha más precisión. Se parece un poco al principio del aprendizaje automático: cuanto más aprenda la máquina, mejor realizará sus funciones; en este caso, predecir el futuro.
Hasta la fecha, cerca de siete docenas de visionarios han subido ya unas 400 predicciones en Earth 2050 y debo reconocer que algunas de ellas son realmente interesantes.
Hay pronósticos del futurólogo Ian Pearson, del astrofísico Martin Rees, del inversor de capital de riesgo Steven Hoffman, del arquitecto e ingeniero Carlo Ratti, del escritor James Kunstler y del bloguero Isaac Arthur, entre muchos otros.
Hace poco, el escritor estadounidense de ciencia ficción David Brin se sumó al proyecto y afirmó que se imagina un futuro sustentado no por el petróleo, sino por los fosfatos.
Muchos trabajadores de Kaspersky han compartido sus profecías en Earth, pero ¿y yo? Bueno, yo ya había predicho un futuro libre de virus durante casi 30 años, por lo que no se puede decir que no tengo experiencia en predicciones. Por tanto, aquí está mi propio vaticinio.
Pero Earth 2050 contiene más que sólo palabras. Me encanta cuando una idea puede verse, sentirse y saborearse. Y bueno, aún no hemos aprendido a saborearlo bien (¡sed pacientes!), pero todos pueden mirar hacia el futuro y leer sobre él.
Por ejemplo, ¿quieres ver cómo será Singapur? Está Singapur en el 2050 y en el 2040. ¿No te gusta esta ciudad? Echa un vistazo al resto, ya que aparecen las descripciones gráficas de cinco docenas de ciudades de todo el mundo, desde Nueva York a São Paulo.
Por cierto, este verano Earth 2050 presentará un diseño nuevo, más claro y mejorado, aunque la versión actual no está nada mal. Y no soy el único que piensa así: los jurados de una docena de competencias internacionales, incluyendo Red Dot, están de acuerdo.
Para finalizar, me gustaría compartir un dato muy satisfactorio: el 71% de los visitantes de Earth 2050 tienen entre 18 y 35 años y proceden de todas partes del mundo, Estados Unidos, Rusia, China, India, Reino Unido, Hungría, Alemania, Canadá y otros 200 países, incluyendo Timor Oriental y las Islas Cook.
Me repito, pero sí, ¡jóvenes de todo el mundo! Sin clasificarlos por primer y tercer mundo, nacionalidad, lengua, clase social o posesiones. Solo son un grupo de jóvenes a los que realmente les importa el futuro y miran hacia él interesados por los próximos cambios en nuestras vidas.
Estoy convencido de que esta es una señal de que el futuro de la humanidad irá a mejor. ¡Así es, sigo siendo optimista!