Conoce a nuestro nuevo empleado. Aquí está, el Elefante Verde. O, más oficialmente, el Elefante Triunfante alias Eléphant de triomphe, una escultura original de Salvador Dalí. Kaspersky Lab lo compró en febrero, pero tardamos dos meses en transportarlo desde Londres a Moscú, debido a varios problemas relacionado con la importación de una obra de arte maestra.
Finalmente, después de todos los rodeos y vueltas, el Elefante está situado de manera triunfante (naturalmente, no tiene otra opción) en la entrada de nuestra oficina de Moscú, donde todos pueden disfrutar de su diseño.
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Con una estatura imponente de 265 cm (8,6 pies), los visitantes no podrán perderse nuestro amigo elefante de piernas largas o el ángel trompeteando en su espalda. Echa un vistazo:
Quizás te estés preguntando qué están haciendo esas personas extrañamente torcidas cerca de la base; están sacando fotos a esta inscripción:
Conoce a nuestro nuevo empleado – el Elefante. ¡No es broma! La famosa escultura de Salvador Dalí inspirará al equipo de Kaspersky justo desde la recepción de la oficina de Moscú.
Nuestro elefante es el número 4 de un total de los 8 creados por Dalí para venderlos. También hubo 6 elefantes adicionales hechos como pruebas de artista y para uso personal (aquí, los críticos de arte cambiarían de repente a francés, diciendo épreuves d’artiste y épreuves de fonderie). El Elefante está hecho de bronce, pero la pátina le ha dado un color verde esmeralda, que resulta encajar perfectamente con los colores corporativos de Kaspersky Lab. Además, los elefantes siempre han sido un símbolo del futuro (y también de la victoria y el triunfo) para Dalí, así que el equipo de Kaspersky definitivamente hará un buen uso del elefante como amuleto de la suerte y una fuente de inspiración.
Hablando de inspiración, nuestro nuevo amigo empezó a repartirla casi inmediatamente cuando empezamos con el proceso de desembalaje y montaje; solo tienes que mirar el número de trabajadores que estaban observando y las fotos que se estaban haciendo (recuerda que esto fue un sábado; casi todos los empleados estaban en casa):
Por supuesto, no podemos culpar a la gente por su curiosidad – ya solo conseguir que el elefante llegase aquí fue una tarea de ingeniería desafiante. Una caja de madera especial tuvo que ser construida solo para este único viaje; incluso estaba equipada con detectores de tropiezo e impacto por precaución adicional. La caja resultó ser la más grande en el depósito de aduanas ruso y requirió manejarla con una máquina de carga especial. ¡Y después de todo esto, apenas cabía a través de las puertas de nuestra oficina!
Ahora que todo está hecho, el Elefante ha empezado con su rutina diaria en Kaspersky. ¡Ven a visitarnos y echa un vistazo tú mismo!