Imagina que dentro de tu buzón de correo ordinario hay una cámara que supervisa qué folletos lees y cuáles tiras sin pensártelo. Puede que nunca te lo hayas planteado, pero el correo electrónico ha otorgado esta habilidad a los creadores de spam y de correo directo.
Durante su existencia, el correo electrónico ha evolucionado de un simple texto a mensajes llamativos con todo tipo de fuentes, estilos e imágenes incorporadas. En cuanto a sus habilidades, los correos ahora son muy parecidos las páginas web, es decir, los remitentes pueden insertar elementos en mensajes para rastrear lo que tiene lugar en el buzón.
¿Cómo funciona el rastreo de correo electrónico?
Los investigadores de la Universidad de Princeton han analizado unos mil correos publicitarios y han descubierto que el 70 % de los mensajes contenían rastreadores de publicidad, elementos de descarga automática como imágenes invisibles que no solo informan al remitente cuándo y cuántas veces abres el mensaje, sino que también transmite datos personales (por ejemplo, tu dirección de correo electrónico) en la cadena de consulta. Además, la consulta del dominio de rastreo refleja tu dirección IP, a través de la cual se puede determinar tu ubicación aproximada.
Estas tecnologías permiten que los creadores de publicidad en correos electrónicos dirijan sus mensajes de forma más eficaz. Por ejemplo, el rastreo es muy útil en los famosos test A/B, que ayuda a determinar qué temas y qué tipo de mensajes suelen ser más atractivos (como usar o no emoticonos). Del mismo modo, los rastreadores de anuncios pueden almacenar cookies del navegador para “reconocerte” en otros sitios que ni siquiera están relacionados con el tema de correo.
De esta forma, la red publicitaria consigue más información sobre tus intereses y pueden venderla a los publicistas. Por ejemplo, si has abierto un mensaje sobre descuentos en zapatillas, podrían bombardearte con anuncios sobre calzado deportivo mientras navegas.
Cómo protegerte
Si utilizas el cliente web de Gmail, puedes considerarte un afortunado. Este proveedor (y posiblemente algunos otros también) descargan todas las imágenes del mensaje a sus servidores antes de que lleguen a ti. Es decir, las redes publicitarias no pueden almacenar cookies en tu navegador ni descubrir si has leído el mensaje, a no ser que pague a Google por esa información.
También tenemos buenas noticias para los usuarios de otros proveedores de correo electrónico: las herramientas para bloquear a los rastreadores web también evitan el seguimiento de correos electrónicos, además, puedes usar una VPN para ocultar tu dirección IP.
A continuación, te dejamos algunos consejos que te ayudarán a protegerte contra el rastreo de correo electrónico:
- Inhabilita la descarga automática de imágenes en clientes de correo electrónico y descarga solo imágenes de remitentes de confianza.
- Si los mensajes sin imágenes te resultan aburridos, utiliza una herramienta para bloquear el rastreo, como Navegación privada en Kaspersky Internet Security.
- Utiliza una VPN, como Kaspersky VPN Secure Connection, que te ayudará a ocultar tu dirección IP de los publicistas.