Gracias a la eliminación permanente de los mensajes enviados, los usuarios de Snapchat han subido más de 150 millones de fotos al día durante el mes de abril. En cambio, esta característica de la red social no es tan verdadera como parece.
Según un estudio publicado la semana pasada por Richard Hickman, de Decipher Forensics, los mensajes o “snaps” crean y almacenan localmente lo que se denomina metadatos (datos sobre datos), que se pueden usar para recuperar las fotos de Snapchat supuestamente borradas.
La explicación técnica de la investigación de Hickman es bastante escueta pero el quid de la cuestión es que Snapchat almacena, en los teléfonos de los usuarios, los suficientes metadatos para poder recuperar las fotos que, presuntamente, habían expirado en los dispositivos Android. No está claro si esto también sucede en los dispositivos iOS o si también es posible restablecer los vídeos. Hickmal necesitará seguir investigando antes de determinar si es posible o no.
Obviamente, Snapchat no durarán mucho si se vende como una plataforma en la que las fotos y vídeos tienen una caducidad y, en cambio, la realidad es totalmente la opuesta. ¿Cuál sería el objetivo de Snapchat sin esta función?
Entonces, ¿qué debemos hacer? Por ahora, es bastante difícil recuperar las fotos de Snapchat ya caducadas. El proceso requiere de conocimientos técnicos y lleva bastante tiempo. No creo que cualquiera de nuestros contactos sea capaz de hacerlo. No obstante, debemos asumir que nada de lo que ocurre en la Red desaparece para siempre. De nuevo, aceptemos que no existe nada parecido a la eliminación permanente en el mundo online y seamos escépticos si alguien afirma lo contrario.
Por supuesto que no es realmente importante que una foto estúpida nuestra no se elimine para siempre. El problema aparece en el momento en que confiamos en Snapchat para transmitir información confidencial.
En un post reciente, publicado en este blog, especulamos con la idea de que Snapchat podría ser útil para enviar información secreta. Ahora sabemos que no es un buena idea.
Ya sabemos que el protocolo HTTPS puede sufrir violaciones de datos, creando un problema de seguridad informática en las aplicaciones móviles. Investigadores de Elcomsoft han descubierto que “muchas de las aplicaciones de gestión de contraseñas disponibles en el mercado no proporcionan un nivel adecuado de seguridad”.
¿Cuál es la moraleja? Si estás almacenando, enviando o intentando proteger información confidencial, no deberías confiar en aplicaciones basadas en la propiedad o sin estándares. Existen multitud de canales de comunicación ahí fuera, así que no te arriesgues.