San Valentín ya ha llegado y muchos de nosotros recibiremos mensajes de amor anónimos, la mayoría en formato de correo electrónico. Normalmente, no hace falta una investigación profunda para saber el autor, pero algunos de ellos nos sorprenderán al proceder de un admirador secreto. Aunque nos pueda la curiosidad, debemos tener cuidado: detrás de esas cartas de amor se puede esconder malware o el robo de nuestro dinero.
Tatyana Kulikova, analista senior de spam en Kaspersky Lab, nos aconseja: “Para evitar problemas, se deben seguir estas normas de seguridad: no visites páginas de citas desconocidas, especialmente aquéllas publicitadas a través de spam; no abras correos electrónicos de desconocidos y no respondas a aquellos emails que parezcan sospechosos”.
Os mostramos algunos ejemplos de “cebos” que se utilizan hoy en día:
1. “Mira mis fotos”. Esta estratagema, diseñada para los más curiosos, se utiliza a través de una carta procedente de un admirador. Suele ir acompañado por un enlace a fotos o a un vídeo atrevido. Por supuesto, si pinchas en el link, llegarás a una página maliciosa que intentará explotar las vulnerabilidades del software o te invitará a actualizar el códec de vídeo para ver las imágenes. En ambos casos, un malware infectará el equipo. Otra posibilidad es recibir una notificación, vía email, de una página de citas conocida. A parte del diseño, el resto de detalles son los mismos.
2. “Confirma tu edad”. Para engañar aquellos que buscan el amor en Internet, los cibercriminales crean páginas de citas falsas. Si el visitante quiere ver los detalles de un perfil de alguna persona, se le pedirá que confirme su mayoría de edad. Hacer esto, normalmente, requiere mandar un sms con un coste de hasta 12 $. Por supuesto, una vez mandamos el mensaje de texto, no obtenemos el acceso por el cual hemos pagado.
3. “Una pequeña ayuda económica”. Aunque esta estafa sea antigua, sigue funcionando. Dicho timo se realiza a través de una carta procedente de una “chica guapa en apuros”. Los delincuentes comienzan un diálogo con la víctima y, gradualmente, intentan establecer una relación online. En un punto, los amantes deciden conocerse personalmente y, por supuesto, la chica necesita dinero para encontrarse con su amado. En el caso de la estafa nigeriana, la mujer pide dinero para cubrir un trámite legal; cuando se trata de “novias rusas” éstas piden ayuda económica para pagar el billete y la visa. Por supuesto, los estafadores desaparecen inmediatamente después de recibir el dinero.