Las cámaras de espionaje en apartamentos alquilados o habitaciones de hotel: ¿son realidad o ficción? Por desgracia, realidad. De hecho, en un caso bastante reciente, una familia de Nueva Zelanda, que había alquilado un apartamento en Irlanda, descubrió una cámara oculta que retransmitía imágenes en vivo desde la sala de estar.
Para detectar una cámara a simple vista a menudo se requiere una visión de rayos X, ya que lo más seguro es que esté cuidadosamente camuflada. Para aquellos de nosotros que no somos Superman, existen dispositivos especiales para ayudar a detectar dispositivos espía por radiación electromagnética o señal wifi, pero no son artículos que solamos llevar de viaje. Y, para sacarles el máximo partido, necesitarás habilidades especiales o la asistencia de expertos.
Dicho esto, unos investigadores de Singapur han desarrollado recientemente una solución para localizar un dispositivo oculto utilizando el sensor ToF (siglas en inglés de “tiempo de vuelo”) de un smartphone normal. Este nuevo método se conoce con el nombre de LAPD (siglas en inglés de “Detección de fotografía asistida por láser”).
¿Qué es un sensor ToF?
Aunque los términos “sensor ToF” y “cámara ToF” no signifiquen nada para ti, es posible que ya te hayas encontrado con uno en tu smartphone. Se utiliza, por ejemplo, para desbloquear la pantalla por rostro, reconocer gestos o crear el amado efecto bokeh, un fondo desenfocado en las fotos.
Para resolver estas tareas, el smartphone necesita ver una imagen tridimensional para saber qué está cerca de la cámara y qué está más lejos. De esto se encarga el ToF: el sensor emite un haz infrarrojo y mide el tiempo que tardan los rayos en reflejarse. Cuanto más tarde, más lejos estará el objeto del sensor, por supuesto.
Como descubrieron los investigadores, además de sus funciones básicas, los módulos ToF hacen un buen trabajo a la hora de encontrar cámaras espía. Esto se debe a que la luz emitida por el sensor crea un reflejo característico en la lente, por el cual se puede reconocer el dispositivo infractor.
La actualización del sensor
Dado que las aplicaciones de cámara para smartphone con ToF se crearon con propósitos muy diferentes, los investigadores tuvieron que desarrollar una aplicación y complementar las capacidades del sensor para hacer mejor frente a la búsqueda de reflejos de cámaras ocultas.
Primero, agregaron un sistema inteligente que informa al usuario del rango óptimo para escanear objetos. De esta forma, si el smartphone está demasiado cerca de un objeto sospechoso, el resplandor será muy brillante y “sobresaturará” el sensor. Por el contrario, si el dispositivo está demasiado lejos, el resplandor será demasiado débil y el detector no podrá registrarlo.
En segundo lugar, el equipo aplicó un filtro para detectar las señales extrañas, ya que el detector puede identificar con mayor o menor precisión una lente oculta en un campo de visión limitado: un cono que abarca aproximadamente 20° y se origina en la cámara del smartphone. Cualquier cosa fuera de esta zona confunde al detector y conduce a falsos positivos.
Por último, los expertos aplicaron filtros programables de autoaprendizaje para reducir aún más la tasa de falsos positivos. El caso es que la resolución de los sensores ToF es muy baja, solo 320×240 píxeles. Por esta razón, no es fácil para el detector determinar el tamaño, la forma y la intensidad exactos del deslumbramiento, y son estos parámetros los que distinguen una cámara oculta de otros objetos inocuos.
Resultados de la prueba
Los investigadores llevaron a cabo un experimento para establecer la eficacia del método en la práctica. Este estudio involucró a 379 voluntarios, a quienes se les pidió que encontraran cámaras espía de tres formas: a simple vista, con un detector especializado actualmente en el mercado y con LAPD. Se les concedió de 30 a 60 segundos para buscar, el tiempo promedio que el viajero está dispuesto a dedicar a esta actividad.
El primer método arrojó resultados poco impresionantes. Solo el 46 % de los participantes pudieron detectar las cámaras ocultas con la vista. Además, hubo muchísimos falsos positivos: en el 54,9 % de los casos, los voluntarios señalaron objetos o lugares incorrectos.
El detector especializado también mostró resultados modestos: en dos modos de escaneo diferentes, las cámaras espía fueron encontradas por solo el 62,3 % y el 57,7 % de los participantes. El número de falsos positivos volvió a ser elevado: 26,9 % y 35,2 %, respectivamente.
El método LAPD demostró ser el más eficaz. Las cámaras espía se encontraron en el 88,9 % de los casos. Incluso cuando los investigadores alteraron la iluminación para dificultar la búsqueda, la tasa de detección no cayó por debajo del 77,8 %. La proporción de falsos positivos también fue baja, con un 16,67 %.
El trabajo continúa
A pesar de los impresionantes resultados de las pruebas, no veremos una aplicación de LAPD en App Store o Google Play a corto plazo. Según los propios investigadores, los sensores ToF actuales todavía carecen de la suficiente resolución y precisión para el trabajo de campo; además, no todos los teléfonos inteligentes cuentan con dicho módulo. Por lo tanto, hasta que se mejore el diseño y los fabricantes lancen nuevas cámaras, los usuarios deberán ser pacientes y confiar en otros métodos para detectar cámaras ocultas.