A menudo nos vienen a la mente recuerdos de una época en la que nuestras preocupaciones eran menores y nuestras vidas más fáciles. Pero al recordar los últimos 20 años, es difícil negar que la vida es ahora más complicada y las preocupaciones mucho mayores. Solo tienes que preguntarle al padre de un niño o un adolescente.
La tecnología de hoy en día, y la constante conexión a un gran mundo infinito que esta ha creado, ha hecho que el trabajo más difícil del mundo (ser padres) sea todavía más difícil.
En Kaspersky Lab solemos hablar de esta tendencia. También hemos decidido llevar a cabo investigaciones sobre cómo la constante conectividad influencia el modo en que esta generación se comunica y utiliza la tecnología en sus vidas diarias. Hemos bautizado esta investigación con el nombre de Growing Up Online (crecer online).
En esta primera parte de la investigación, hemos visto resultados sobre lo que los niños ocultan a sus padres y, como tales, el estudio es algo alarmante.
Encuesta para padres: ¿sabes todo lo que tus hijos hacen online? #padres #educación
— Kaspersky España (@KasperskyES) May 31, 2017
La encuesta global mostró que el 57 % de los encuestados de entre 8 y 16 años esconden a sus padres algo relativo a sus actividades en la red (la cifra cae al 53 % en el rango de 14 a 16 años). Eso es más del 50 %. Os dejamos un momento para que lo asimiléis.
Dicho esto, quizá una señal de alerta mayor en los datos de la encuesta sea que hasta un 70% de los padres desconoce que sus hijos esconden actividades online potencialmente peligrosas para ellos. Dichas actividades van desde contenido inapropiado a ciberacoso o hablar con gente indebida online.
A pesar de la cifra, no perdamos la esperanza. De los niños interrogados globalmente, el 75% se sentiría más seguro si pudiera hablar con sus padres sobre los peligros que acechan en la red.
Entonces, ¿qué podemos hacer?
Lo principal es educarnos a nosotros mismos como padres y encontrar las herramientas adecuadas para mostrar a nuestros hijos los peligros que hay en Internet. Para ello, nuestros hijos podrían enseñarnos cómo utilizar página web en concreto. En cierto sentido, debemos asegurarnos de que somos modelos a seguir no solo en la vida real, sino también en la virtual. No es como explicarles de dónde vienen los niños, pero también es importante.
También podemos considerar el uso de herramientas que nos ayuden a vigilar las actividades online de nuestros hijos, como Kaspersky Safe Kids. Herramientas como esta no son para ver cada URL o chat que nuestros hijos visitan, sino para que nos alerten cuando visitan alguna web que probablemente no deberían visitar.
Kaspersky #SafeKids te ayuda a gestionar el tiempo que pasan tus #hijos frente a la pantalla https://t.co/zh0EggYY6X pic.twitter.com/SxsxuijRQA
— Kaspersky España (@KasperskyES) March 9, 2016
Esto debería también suceder de una manera honesta en la que tus hijos sepan que estarás alerta y que si se pasan de la raya, tendréis una conversación. A su vez, nuestros hijos se convierten en adultos y tienen que aprender cosas por sí mismos. Como padres, es nuestro trabajo educarlos sobre por qué la web X, Y, Z no es buena para ellos y los motivos (piratería, contenido explícito, etc).
Aunque haya ciertos números en la encuesta que puedan hacerte hiperventilar, deberían servir como llamada de atención para los padres. Ofrecen la oportunidad de que te mantengas conectado con tus hijos y de que continúes enseñándoles lo que está bien y lo que está mal. Dicha conexión no tiene precio y puede ayudar a establecer la estrategia que utilizarán en el futuro para criar a nuestros nietos. Puedes leer el informe completo aquí.
Si quieres más recursos gratuitos, puedes visitar la web del proyecto educativo Familia Segura, que lanzamos junto con la Fundación alia2.