No nos cansaremos de decir lo importante que es hacer copias de seguridad. Al parecer, los usuarios creen que se trata de un proceso complicado y lo aplazan indefinidamente. ¿Cómo deberías hacer las copias de seguridad? ¿Qué debes guardar? ¿Dónde debes almacenarlas? Tenemos muchos dispositivos, pero poco tiempo, por lo que casi siempre se termina posponiendo este proceso.
En esta publicación, abordaremos los problemas más importantes de las copias de seguridad en el siguiente orden: cuándo, dónde, qué y cómo.
¿Cuándo?
La primera pregunta es: ¿cada cuánto deberías hacer copias de seguridad de tus archivos? Y la respuesta es: tan a menudo como te sea posible. Es muy importante hacerlo de manera regular y, por ello, la mejor opción es programarlas para que se hagan con frecuencia. Lo ideal sería que el proceso se automatizara, pero luego hablaremos de ello.
Ahora bien, no todos los datos tienen el mismo valor y no todos los archivos se actualizan con la misma frecuencia. Por ejemplo, si trabajas con un gran proyecto a diario, hacer copias de seguridad diarias del mismo es una buena idea por si sucediera algo y perdieras, por ejemplo, una semana de trabajo. Pero, por otra parte, a las carpetas con las fotos de las vacaciones se les debería hacer una copia de seguridad solo cuando se añadan nuevos archivos, cosa que sucede con menor frecuencia.
¿Dónde?
Las copias de seguridad se deben almacenar en algún lugar aislado del sistema principal que almacena los datos. Solo entonces podrás estar seguro de que a tus datos no les pase nada en caso de que sufras un ataque de ransomware cifrador. Las tres opciones principales son mediante memoria USB o disco duro externo, almacenamiento NAS o almacenamiento en la nube. Tan solo debes saber cuál te conviene más.
Una memoria USB es compacta y la puedes llevar a cualquier parte, pero sobrescribirla con frecuencia puede desgastarla, así que no es de mucha confianza. Además, los dispositivos pequeños son fáciles de romperse y perderse, por lo que no te los recomendamos ni para hacer copias de seguridad ni para usarlos como almacenamiento permanente, aunque sí que son herramientas muy convenientes.
Las ventajas de los discos duros externos son que tienen una amplia capacidad de almacenamiento y cuestan relativamente poco por gigabyte. Por otro lado, los discos duros externos no son muy portátiles. Además, al igual que con las memorias USB, el proceso se debe gestionar manualmente y deben conectarse físicamente cada vez que se vayan a copiar los datos. Otra desventaja es que los discos duros no son muy resistentes, por lo que deberás tener cuidado con que no se te caigan.
El almacenamiento NAS es un pequeño ordenador con discos duros al que se puede acceder desde tu red local. La opción de configurar copias de seguridad automáticas, sin que tengas que hacer nada, hace que sea una opción muy práctica. El único inconveniente es el precio: Como el NAS es un tipo de ordenador, cuesta lo mismo que uno normal y, además, se debe configurar para que no se pueda acceder a él directamente desde el ordenador como disco en red porque, una vez dentro del ordenador, muchos cifradores tienen la capacidad de cifrar los archivos en red.
El almacenamiento en la nube es una opción excelente en lo que a movilidad y acceso (desde cualquier parte) se refiere. Pero recuerda que la nube es el ordenador de otro, por lo que, si realizas tus copias de seguridad en ella, debes estar seguro de que tus datos están en buenas manos. Además, las copias se almacenan en otro lugar y alguien podrían intentar acceder a ellas, por lo que, si eliges este método, ten en cuenta si (a) el servicio usa algún tipo de cifrado y si (b) la conexión empleada para transferir los datos entre tu ordenador y el servicio es segura.
¿Qué?
Deberías hacer copias de seguridad a cada dispositivo que uses: ordenadores, smartphones, tablets e, incluso, videoconsolas si es posible. Hacer copias de seguridad de tu smartphone es tan importante como hacérsela a tu PC. Muchos de nosotros hacemos fotos con nuestros teléfonos y no todas ellas acaban en nuestro ordenador o en Instagram.
Por suerte, los sistemas operativos móviles tienen la opción de hacer copias de seguridad del contenido, los datos y los ajustes del smartphone. Las copias de seguridad de los dispositivos iOS se realizan en iCloud o en la carpeta local de iTunes cuando se conecta el dispositivo al ordenador. iCloud ofrece 5 GB gratis de almacenamiento gratuito y, si quieres más, Apple cobra una cantidad establecida. En Android, algunos de los datos se guardan en los servidores de Google (asegúrate de que está activa la opción de copias de seguridad), pero el resto se debe gestionar con otro software.
Te recomendamos que configures, como poco, las copias de seguridad del sistema y de los ajustes de las aplicaciones. Los teléfonos se pueden perder, te los pueden robar o se pueden dañar de varias formas, por lo que con una copia de seguridad no solo almacenarás la información más importante, sino que también podrás configurar un dispositivo nuevo en cuestión de minutos (y no horas).
¿Cómo?
Ya hemos mencionado que se deberían automatizar las copias de seguridad. Hay un montón de soluciones para ello, pero, obviamente, nosotros te recomendamos que uses el componente Copia de seguridad de Kaspersky Total Security. Con él, lo podrás configurar todo del modo que quieras.
En primer lugar, selecciona los archivos de los que quieras hacer una copia de seguridad (el qué): todo, fotos e imágenes, vídeos o música. Otra opción es que asignes carpetas individuales cuyos archivos se guardaran por completo.
También puedes elegir dónde hacer las copias de seguridad: en un almacenamiento seguro de la nube, en una unidad externa o en un almacenamiento NAS.
Lo único que falta es configurar el cuándo, la periodicidad: manualmente, a diario, cada mes o cada cualquier lapso de tiempo que quieras configurar.
Y, elijas hacer las copias de seguridad de manera manual o le confíes el trabajo al sistema, la clave es hacerlas. No importa el tiempo invertido, te asegurarás de que tus datos estén a salvo de accidentes e incidentes que puedan ocurrir en el peor momento posible.