Cómo hacer que el trabajo híbrido entre casa y la oficina sea seguro y eficiente

Consejos de seguridad y productividad para quienes trabajan entre casa y la oficina.

Después de un año de teletrabajo, algunas organizaciones por fin se han dado cuenta de que no todos tienen que estar presentes en la oficina durante toda la jornada, por lo que han acabado introduciendo el llamado trabajo híbrido, que permite a los empleados trabajar algunos días desde casa.

Este modo híbrido presenta una serie de ventajas y desventajas. Para muchos empleados es difícil estar cambiando entre la oficina y la casa, y algunos se enfrentan a problemas técnicos y, por supuesto, al gran desafío de la seguridad corporativa y la información personal. Hoy te ayudaremos a combinar el trabajo en casa con la oficina sin arriesgar tu productividad o los datos confidenciales.

Las condiciones laborales importan

Algunos prefieren trabajar desde su sofá, mientras que otros se sienten más productivos en una oficina concurrida. ¿Qué tipo de trabajo es mejor para ti? Ten en cuenta las tareas que llevas mejor y en qué ambiente. Por ejemplo, la oficina podría facilitar las conversaciones y reuniones en persona, mientras que tu casa podría ser una mejor opción para las tareas que requieran concentración y enfoque (o tal vez es lo opuesto). Determinar qué tareas se hacen mejor en casa y cuáles en la oficina podría ayudarte a planificar tu semana.

También considera si puedes empezar la jornada en casa y llegar a la oficina más tarde. De esta forma, podrías evitar el tráfico de la hora punta por las mañanas.  ¿Eres una persona nocturna? Pregunta si puedes llegar y salir más tarde de la oficina.

En todos lados hay distracciones. Por ejemplo, en la oficina puedes tener compañeros muy parlanchines y, en casa, el horario laboral podría coincidir con tu pareja, hijos o mascotas. Todas las oficinas son distintas, pero seguro que tienes alguna opción para huir de estos problemas cuando estás allí, por nuestra parte, te proponemos una serie de consejos para tu oficina en casa; para empezar, podrías intentar dedicar una habitación a tu espacio de trabajo o, al menos, un rincón de la casa.

Sin embargo, no es posible eliminar todas las distracciones, así que, para minimizar su impacto, utiliza una aplicación para cancelar el ruido, tapones o un generador de ruido blanco.

Piensa en tu salud

En casa, a veces es complicado dejar de trabajar después del horario laboral; sin embargo, trabajar horas extra podría acabar en insomnio, dolores de cabeza y otras consecuencias no deseadas. El síndrome de agotamiento emocional, otra consecuencia de trabajar demasiado, podría incapacitar casi por completo a quienes lo padezcan. Ya trabajes en la oficina o en casa, intenta terminar a la misma hora todos los días.

Por otro lado, resiste la tentación de trabajar en pijama. Vestirte de forma apropiada para el trabajo puede ayudarte a enfocarte en las tareas con más facilidad. En general, cuanta más distancia pongas entre tu hogar y tus actividades laborales, más fácil será meterte de lleno en ambas, aunque trabajes desde casa.

Garantiza la seguridad de los datos físicos

Cuando trabajas en la oficina, desde la red local de tu empresa, la protección de los datos reside principalmente en el departamento informático. Pero al transportar tu trabajo (portátil, archivos, unidades de memoria flash) de la oficina a casa podrías poner en peligro los datos corporativos en caso de un descuido, o incluso por robo.

Siempre que sea posible, mantén separados los dispositivos que utilizas en casa de los de la oficina, ya que, además de ser más cómodo el hecho de no tener que andar con el trabajo a cuestas, también es más seguro. Si necesitas llevar tu portátil en transporte público, busca una carcasa robusta con candados y cierres ocultos.

No hace falta decir que la carcasa de tu portátil nunca debería guardar la libreta en la que anotas tus contraseñas; es más, esa libreta ni siquiera debería existir. Utiliza un gestor de contraseñas tanto para crear contraseñas seguras como para administrarlas. (Por supuesto, siempre es seguro guardar algunas contraseñas en tu memoria, y la mnemotecnia puede ayudarte con eso).

Presta atención a la seguridad de los datos digitales

Si debes llevar tus dispositivos contigo, considera los riesgos de perderlos y prepárate para ello. Cifra los datos confidenciales para protegerlos. Puedes utilizar las herramientas predeterminadas de tu sistema operativo, como BitLocker en Windows y FileVault en Mac OS, o herramientas de terceros si tu empresa lo permite. De esta forma, aunque alguien robe tu portátil, no tendrá acceso a los archivos que contenga.

Como alternativa al cifrado de disco completo, puedes evitar almacenar cualquier información en local y, en su lugar, utilizar los servicios en la nube. Por ejemplo, Google Docs se ha convertido en un serio rival para el software de productividad sin conexión tradicional. Sin importar el documento, hoja de cálculo u otras herramientas que utilices, eso sí, antes aprende a configurar de forma segura el acceso a los archivos.

Tal vez la consideración fundamental más importante es la autentificación en dos pasos. Elige servicios que ofrezcan 2FA (con permiso del departamento informático) para que tus cuentas sean mucho más difíciles de violar. Y no guardes información clasificada en nubes; no son perfectas.

Trabaja de forma segura y disfruta de tu tranquilidad

Por último: No olvides proteger tanto tu dispositivo como tu conexión de las ciberamenazas. Utiliza una solución de seguridad de confianza, como Kaspersky Security Cloud, para que tus datos estén seguros. No solo evita ataques en tus dispositivos, sino que también crea una conexión segura para proteger tus datos.

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