Tal vez penséis que los coches de carreras, con sus velocidades extremas, son solo un espectáculo televisivo que desaparece cuando apagamos nuestro televisor. ¡Nada de eso! Aunque suene increíble, cada vez que nos sentamos en nuestro automóvil, nos encontramos con alguna pieza de F1. Todos sabemos que es el deporte más caro del mundo y que contrata a los mejores diseñadores e ingenieros, cuyos límites solo los pone la estricta FIA y las leyes de la física. Se hacen miles de pruebas en los bólidos y aquéllas que cosechan el mayor éxito, se incluyen finalmente en los vehículos de gran consumo. Hoy, os enseñamos algunas de las tecnologías que están presentes en vuestro vehículo gracias a la Fórmula 1.
Caja de cambios semiautomática. Se introdujo por primera vez en el año 1989 en un Ferrari 640. Esta tecnología tan innovadora se convirtió, rápidamente, en una norma para los coches de carreras porque mejoraba la ergonomía del piloto. Ya no era necesario que quitasen las manos del volante para cambiar la marcha. A mediados de la década de los 90, se introdujo este sistema en los coches de Ferrari; actualmente, se pueden encontrar cambios similares incluso en los coches de alquiler.
Sistema de recuperación de energía cinética. Dada su complicación y coste, el KERS tuvo algunos encontronazos al principio, pero, finalmente, se convirtió en una obligación en el reglamento de la Fórmula 1. Este sistema permite a los pilotos cargar las baterías, acumulando la energía mientras frenan para usarla cuando aceleran. El mismo principio que se usa en los vehículos híbridos actuales, haciendo que los viajes sean más ecológicos y baratos.
Frenos carbocerámicos. Este tipo de discos de freno son parecidos a los normales que están hechos de acero. Los materiales modernos nos permiten rebajar el peso de los frenos y aumentar su resistencia al calor. De todos modos, esta tecnología todavía tiene un coste elevado y solo se encuentra en los coches de lujo. Por supuesto, al ser estos frenos más seguros, la evolución natural de la tecnología hará que pronto estén disponibles en los vehículos de gran consumo.
Control de tracción Se introdujo por primera vez en un Ferrari en el año 1990. Este sistema estaba prohibido en la Fórmula 1 por su impacto en el estilo de conducción ya que corregía los fallos de los pilotos. Estos controles fueron bienvenidos en el resto de vehículos y, actualmente, podemos ver a esta familia tecnológica (ABS, ASP, ESP, etc.) en todo tipo de automóviles. De hecho, es obligatoria en los países de la Unión Europea desde el 2004.
Dispositivo aerodinámicos. La aerodinámica juega un papel importante a la hora de mejorar el rendimiento de todos los vehículos. Aunque se lleve hasta el extremo en los coches de carreras, gracias a las lecciones aprendidas en la F1, se ha podido aplicar en los utilitarios. Los ingenieros de Ferrari se han esforzado por mantener la resistencia aerodinámica bajo control. La parte superior del coche está modelada de forma que eleva el vehículo y la única forma de hacer que permanezca en el suelo es modificando los bajos del bólido. Esta tecnología se utiliza en otros automóviles como LaFerrari (o F70) y el F355.
Chasis monocasco. Éste es un elemento primordial en la seguridad de los pilotos de Fórmula 1 además del componente principal del chasis del coche. El monocasco soporta toda la carga a través de la piel externa como una pelota de ping pong. Sin embargo, está hecho de un compuesto de organoaluminio que es realmente ligero y resistente. Actualmente, solo se utiliza en vehículos como el Ferrari F70, pero dentro de un tiempo, se usará en otros más comunes como el Smart o Aveo.
Controles del volante. Muchos de vosotros recordaréis cuando el volante solo disponía de un botón enorme: el claxón. Esto es todo un “lujo” para los coches de carreras, cuyos volantes son el único sitio donde colocar todos los controles del piloto. Los volantes de F1 constan de numerosos botones y mandos. Inspirados en ellos, los fabricantes automovilísticos empezaron a añadir botones a sus volantes para controlar desde el volumen de la radio al ordenador de a bordo. Además, existen otros dos controles directamente inspirados por la Fórmula 1, como el Manettino de los coches Ferrari que permiten al conductor gestionar el motor y la suspensión.
Telemetría. Detrás de la pista de F1, se esconden docenas de ordenadores que recogen, en tiempo real, los datos enviados por 250 sensores instalados en el bólido. Ya existen implementaciones similares en el mercado. En lugar de llevar tu coche al servicio técnico para que lo conecten a un ordenador especial, podrías pedir ayuda y obtener un diagnóstico del automóvil de forma remota. Esta función ya está disponible en algunos vehículos. Aunque es muy cómodo, también levanta algunas ampollas sobre la seguridad de los datos transferidos. Por esta razón, se necesita una protección robusta tanto para los ordenadores de a bordo como para el servidor del fabricante, que sirve para realizar dichos análisis en la distancia. Por ejemplo, todos los equipos de Ferrari están protegidos con soluciones de Kaspersky Lab. Aunque todavía no existen productos específicos para los utilitarios, es la hora de empezar a considerar la opción ya que el hackeo de coches ya no es una fantasía.