El fin del mundo se produjo más o menos como habíamos predicho: demasiados ordenadores y dispositivos móviles, y escasos conocimientos para manejarlos. Los detalles son triviales y carecen de sentido. La causa, como siempre, fueron los errores puramente humanos. Un gusano informático creado por la mano del hombre se descontroló. Internet estaba sobrepasado, las páginas web quebraron. Las redes sociales fueron destruidas por cuentas falsas y los usuarios rápidamente se convirtieron en víctimas. Las infraestructuras desprotegidas se desmoronaron por ataques dirigidos. La Era Digital estaba casi extinguida; un manto de oscuridad cubrió Internet durante muchos años…
Muy pocos fueron capaces de sobrevivir a la devastación y alcanzar cierta seguridad. Aquellos que lo consiguieron, recopilaron todas sus experiencias y las lecciones que aprendieron en una guía, la Guía de Supervivencia del Cibermundo, que nos ayudará a evitar un destino similar.
Puedes encontrar la serie completa de la “Guía de Supervivencia del Cibermundo” aquí: https://www.kaspersky.es/blog/?s=la+guia+de+supervivencia+del+cibermundo&submit=Search
Acceso denegado: Los hackers Bob y Rob no sabían que la contraseña del Facebook de Jane tenía 64 caracteres de longitud y que incluía una cita de Crepúsculo escrita a la inversa.