“Mamá quiero ser hacker”

Imagina que tu hijo o tu hija adolescente, que se pasa bastante tiempo encerrado en la habitación frente a la pantalla, te suelta un día: “mamá, quiero ser hacker”.

Por la mente de esos papás y mamás, quizá se les pase por la cabeza a ese chico vestido con sudadera negra y capucha, que esconde su rostro mientras filtra bases de datos y roba criptomonedas. Y se preguntarán, pero ¿hacker de los buenos o de los malos?

Es lo que le ocurrió a Virginia Tovar, madre de un joven con grandes habilidades en TI, que ha compartido su experiencia que se remonta a 2016 cuando su hijo de 13 años le dijo: “Mamá, quiero ser hacker”. En ese momento a la autodenominada “cibermadre” lo primero que se le pasó por la cabeza fue el término de “ciberdelincuencia“.

 “Es cierto que hubo momentos difíciles y de mucha angustia porque veía que las habilidades tecnológicas que tiene mi hijo podían llevarle por un camino peligroso y yo lo único que quería era encontrar la forma de apoyarlo sin cortarle las alas, pero asegurándome de que usara su talento de forma responsable. Por tanto, decidí hacerlo público, recorrer con él congresos de ciberseguridad y mostrarle que su sitio estaba del lado de la luz y no del lado oscuro. Gracias al apoyo de expertos y profesionales del sector, a día de hoy mi hijo es parte de una comunidad que fomenta el uso ético de la tecnología” – explica Virginia Tovar. 

Lo cierto es que cada vez son más los niños que, incentivados por la curiosidad, el desafío intelectual y la sensación de poder, caen en las redes de los ciberdelincuentes.

En este sentido, los cibercriminales se aprovechan del desconocimiento de los menores sobre las consecuencias legales que pueden tener las actividades ilícitas en el entorno digital y los reclutan a través de foros online o videojuegos. A menudo, son motivados por recompensas financieras o estatus en comunidades digitales, sin comprender el impacto real de sus acciones.

¿Qué motiva a los jóvenes a delinquir online?

La motivación detrás de este fenómeno incluye la búsqueda de adrenalina y la curiosidad por explorar habilidades tecnológicas. Los niños, a menudo fascinados por el mundo digital, pueden verse tentados a participar en actividades delictivas, no solo por el dinero, sino también por el estatus que obtienen entre su círculo de amistades. De ahí la importancia de la educación digital y el acompañamiento parental para prevenir que los niños caigan en estas trampas. Fomentar un uso responsable y seguro de la tecnología es esencial para proteger a los jóvenes de convertirse en víctimas o perpetradores en el ciberespacio.

El atractivo de la cibercriminalidad entre los jóvenes es multifacético. No solo se trata de poner a prueba sus habilidades informáticas, sino que está influenciado también por factores sociales y psicológicos:

• El deseo de pertenecer a un grupo. Muchos niños se ven atraídos a la delincuencia digital porque es algo que hacen con sus amigos. Formar parte de un grupo que comparte este tipo de actividades crea un fuerte sentido de pertenencia, lo cual es especialmente importante durante la adolescencia temprana.
• El desafío técnico. Para los menores que son competentes en tecnología, es una forma de poner a prueba sus habilidades. Es un reto intelectual que les permite demostrar lo que pueden lograr, sobre todo cuando tienen éxito en algo tan complicado como acceder a una web online. Según el estudio, algunos niños incluso lo ven como una forma de presumir entre sus compañeros.
• Manipulación y engaño. Los ciberdelincuentes también juegan un papel importante en el reclutamiento de jóvenes que se involucran en actividades ilícitas. Los niños, que suelen ser ingenuos y no comprenden completamente las consecuencias de sus acciones, pueden ser fácilmente manipulados. Los delincuentes les proporcionan las herramientas y el conocimiento para llevar a cabo el cibercrimen, a menudo bajo la promesa de ganar recompensas o prestigio dentro de su grupo social.
• El atractivo de la cibercriminalidad. En muchas películas y series de televisión, los ciberdelincuentes son representados como figuras dignas de admiración. Para los jóvenes, esta imagen glamorosa puede ser muy atractiva, por lo que se convierte en algo emocionante y deseable, más que una actividad delictiva.

“Una de las razones por las que tantos hackers son niños es porque piratear es divertido. Esas pequeñas travesuras o intrusiones pueden ser entretenidas, sobre todo cuando sus compañeros también lo hacen. Además, como la necesidad de aceptación social es muy fuerte, sobre todo al principio de la adolescencia, muchos se dejan llevar por la multitud, sobre todo si lo hacen sus amigos. Uno de los factores de protección más fuertes contra la piratería informática es que los niños sepan lo que se espera de ellos, que sus acciones tengan consecuencias y que sepan cuáles son esas consecuencias”, asegura Dra. Kelli Dunlap, psicóloga clínica y diseñadora de juegos.

¿Cómo identificar tu hijo está involucrándose en actividades ilícitas online?

Para identificar y evitar que los menores se adentren en el mundo de la ciberdelincuencia, los expertos de Kaspersky recomiendan prestar especial atención a las siguientes actitudes:

• Cambio en su comportamiento online. Presta atención si está interesado en tutoriales relacionados con la ciberdelincuencia que expliquen, por ejemplo, cómo crear virus. Si tu hijo pasa más tiempo del habitual frente a la pantalla, en la dark web o páginas específicas de cibercrimen, puede ser una señal de alerta.
• Participación en actividades en grupo. Los niños que se involucran en estas actividades suelen hacerlo en grupos. Si notas que tu hijo ha hecho nuevos amigos online con intereses inusuales en tecnología o delincuencia digital, es importante monitorizar estas interacciones.
• Dificultad para explicar sus actividades. Si tu hijo evita hablar sobre lo que hace online o se muestra evasivo al ser preguntado, podría estar ocultando algo.
• Cambios en sus intereses tecnológicos. Un interés repentino en programas o herramientas que no corresponden con sus actividades escolares o hobbies previos puede indicar que está siendo expuesto a prácticas ilícitas online.

“Desde que mi hijo era pequeño, vi que tenía un talento innato para la tecnología. Con tan solo 12 años, mientras otros niños jugaban al Minecraft para divertirse, él ya estaba explorando códigos y creando sus propios accesorios para juegos online, e incluso vendiéndolos por cinco euros. Ahí empezó a despertar en él una curiosidad insaciable por el mundo de la programación y la ciberseguridad. Pero claro, cuando tienes un niño tan joven y con tanta habilidad, también empiezan las preocupaciones. Llegó un punto en el que me hablaba de cosas como la deep web y la dark web, que yo ni siquiera sabía que existían, y cuando me decía: ‘Mamá, no te preocupes, yo controlo’, me daba hasta más miedo aún, porque yo no quería que se metiera en líos” – cuenta Virginia Tovar. 

Desde Kaspersky, nuestros expertos recomiendan que se tomen las siguientes medidas proactivas para proteger a sus hijos:

• Monitoriza las actividades online de tu hijo. Debes estar al tanto de qué páginas web visitan tus hijos y con quién interactúan online. Nuestro informe, ‘Estar en línea: niños y padres en Internet‘, destaca que a pesar de contar con normas en la mayoría de los hogares, el 37,5% de los padres españoles han descubierto a sus hijos realizando actividades en Internet como hablar con personas que no conocen (21,5%), compartir información como el nombre del centro educativo en el que estudia, número de teléfono o fotos (12,5%) e intentar averiguar claves wifi o contraseñas para conectarse sin permiso a redes o apps (5%), lo que supone brecha significativa en la supervisión de los menores
• Presta atención a su comportamiento. Si tu hijo se muestra más reservado sobre sus actividades online o comienza a pasar más tiempo delante del ordenador o dispositivo móvil, puede ser una señal de alerta. Además, si ves que desarrolla un interés repentino por la ciberdelincuencia o los virus informáticos, investiga de dónde viene.
• Fomenta el diálogo abierto. Es importante que expliques a tus hijos las consecuencias de la cibercriminalidad y actividades delictivas online. En lugar de acusar o castigar, aborda una conversación con un enfoque abierto y curioso, que fomente el diálogo en lugar de generar una respuesta defensiva por parte del menor.
• Implementa controles parentales. Asegúrate de que los dispositivos de tus hijos cuenten con soluciones de seguridad adecuadas y fiables, como Kaspersky Safe Kids, que cuenta con restricción de edad que ayuda a evitar que los más pequeños accedan a contenidos inapropiados o peligrosos.
• Educa sobre ciberseguridad y responsabilidad tecnológica. Si tu hijo muestra un interés por la informática, canaliza ese entusiasmo hacia actividades constructivas. Es importante enseñar a los jóvenes que la delincuencia online no es solo un juego, sino una actividad con consecuencias reales, tanto para ellos como para los demás. Fomentar una comprensión de las normas éticas en el uso de la tecnología puede servir como un freno para conductas ilícitas. Solo un 36% de los menores ha recibido varias formaciones sobre ciberseguridad en sus centros educativos.

“Kaspersky brindó a mi hijo una experiencia inolvidable que jamás hubiéramos podido imaginar. Gracias a ellos, mi hijo tuvo la oportunidad de viajar a Moscú, visitar la sede de Kaspersky y conocer al segundo al mando de la empresa. Fue un momento mágico, lo trataron como si fuera parte de la familia, conversaron con él y lo hicieron sentir especial. Para mi hijo, fue un impulso brutal que lo llenó de confianza y orgullo, demostrando que su esfuerzo y pasión tienen valor. Agradezco profundamente el apoyo y la calidez con la que nos recibieron. Sin el apoyo de organizaciones como X1RedMasSegura, INCIBE y empresas como Kaspersky, el camino hubiera sido mucho más difícil y es probable que con final no tan feliz” – concluye la cibermadre, Virginia Tovar.