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ACTUALIZACIÓN a 4 de Marzo de 2019: El “Momo Challenge”, que se viralizó entre adolescentes el pasado verano, incitándoles a realizar retos peligrosos y que causó numerosas lesiones entre los jóvenes, ha vuelto a ocupar portadas de periódicos. Ahora incluso, la Policía de Irlanda del Norte ha comunicado que los ciberdelincuentes están utilizando el “MomoChallenge” para robar información, chantajear o insertar algún tipo de código malicioso en el smartphone de las víctimas.
Internet vuelve a ser la fuente de una nueva historia de terror. Un personaje de WhatsApp llamado Momo, con una cara espantosa, está amenazando supuestamente a sus contactos, distribuyendo contenido ofensivo e, incluso, provocando que los usuarios se autolesionen.
Los medios se refieren a Momo como el sucesor de Blue Whale (grupos, principalmente en las redes sociales de Rusia, que animaban a los niños a hacer una lista de tareas donde la última era el suicidio). La policía de algunos países ya está advirtiendo a los padres de esta nueva amenaza para sus hijos y se sospecha que esté involucrado en la muerte de una niña de 12 años en Argentina. ¿Deberíamos preocuparnos por los monstruos de WhatsApp? ¿Cómo protegemos a las jóvenes generaciones de este tipo de influencias nocivas en la web?
Momo: ¿de dónde procede y qué hace?
Comencemos con el avatar de Momo, se trata de la foto de una escultura realizada por un artista japonés, Keisuke Aizawa, que representa su visión de un monstruo conocido como Ubume en el folclore japonés. La escultura resultó ser bastante elocuente, por así decirlo, y su imagen hizo mella en los usuarios de Internet, que empezaron a inventar historias de terror sobre ella.
Y entonces alguien decidió darle vida a esta aterradora criatura; creó una cuenta de WhatsApp bajo su nombre y se dedicó a asustar a la gente.
El protagonista de esta historia en WhatsApp envía a sus victimas imágenes de miedo (la mayoría de cuerpos desarticulados), afirma conocer todo sobre sus contactos, como su ubicación actual, y le dice a los usuarios que si contactan con él no les irá bien. Puede que hasta reciban llamadas en las que se reportan sonidos escalofriantes o una voz distorsionada.
La mayoría de las fuentes afirman que Momo solo responde a quienes intentan ponerse en contacto con él y que el número se distribuyó inicialmente a través de Facebook y luego por otras redes sociales, además de Reddit. Los medios rusos sostienen que Momo se añade él mismo a la lista de contactos de los usuarios mediante un “virus terrible”, pero parece que esto no es del todo cierto.
En estos momentos, Momo cuenta ya con al menos tres contactos públicos disponibles en Internet: el japonés a través del cual empezó todo, uno mexicano y otro colombiano. Puede que Momo tenga más números, cualquiera puede crear una cuenta en WhatsApp con la foto de Ubime y unirse a esta campaña maliciosa.
La cobertura mediática sobre Momo
Momo ha despertado mucha expectación, de hecho, la historia ha tenido lugar en los medios, donde se han publicado noticias con informaciones inventadas, o en blogs, que se han hecho eco de conversaciones con falsos Momos, lo que ha generado aún más cuentas de este personaje. Los trolls de Internet han visto la oportunidad que les otorga Momo, quienes, probablemente, habrán generado muchas más cuentas con su nombre para asustar a la gente.
Dada su aterradora apariencia, el espeluznante contenido que envía y su intención de obligar a la gente a autolesionarse, contactar con Momo (independientemente de quién lo haya creado) puede traumatizar a los usuarios que no estén preparados, sobre todo a los niños.
Vigila a tus hijos para mantenerlos a salvo
En resumen, Momo es una broma de muy mal gusto que comenzó y se multiplicó por Internet. No hay por qué asustarse, pero la experiencia no es nada agradable para los niños. Si te preocupa que esto pueda estar sucediéndole a los tuyos, habla con ellos y escúchalos. Sé su amigo y te contarán lo que les asusta u ofende en el ciberespacio, ya sea Momo o cualquier otra cosa.
Si prestas atención a tus hijos, podrás percibir cualquier comportamiento sospechoso. Tu hijo se encuentra en una zona peligrosa si:
- Descuida sus deberes.
- Pierde interés en sus hobbies.
- Sufre cambios de humor repentinos, está depresivo o actúa de forma agresiva.
- Se queda despierto por la noche usando Internet.
- Añade o elimina de repente muchos amigos en redes sociales.
- Borra de repente su cuenta o cuentas.
- Deja de hablarte.
También te aconsejamos que utilices una solución de control parental como Kaspersky Safe Kids. Protegerá a tus hijos del contenido que no quieres que vean y limitarán el tiempo que dedican de forma individual a sus dispositivos. El programa nunca remplazará tu diálogo con ellos, pero te ayudará a evitar algunos problemas.
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