Superstición e inseguridad: cómo se relacionan los usuarios españoles con el mundo digital

Los españoles navegan por el mundo digital con entusiasmo e inquietud a la vez, equilibrando el gusto por la tecnología con la preocupación por la privacidad, los efectos de la IA y la seguridad de los datos.

Como muestra un estudio[1] reciente de Kaspersky, los españoles son conscientes de las ventajas e inconvenientes de un mundo digital que está muy presente e integrado en nuestras vidas y que cada vez se vuelve cada vez más complejo y sofisticado. Sin embargo, incluso entre los más jóvenes[2], generalmente más habituados al uso de la tecnología, pueden observarse creencias supersticiosas, además de inquietud y preocupación cuando utilizan dispositivos inteligentes, navegan por Internet y gestionan su información personal. La sensación generalizada de inseguridad pone de manifiesto la necesidad de una mayor educación sobre prácticas seguras en el entorno digital, explicaciones de expertos sobre las nuevas tecnologías y conocimientos sobre soluciones de seguridad fiables que protejan los dispositivos, la privacidad y la identidad digital de los usuarios.

Datos principales

  • 48% de los españoles no se siente seguro en Internet.
  • 41% hace test divertidos o juega a mini-juegos en redes sociales y publica los resultados.
  • 67% les preocupa que sus movimientos puedan ser rastreados a través de sus teléfonos inteligentes sin su conocimiento.
  • 52% les resulta muy difícil distinguir si están hablando con una persona real o con una IA/chatbot cuando están online.
  • 56% usaría la Inteligencia Artificial para gestionar su día a día con más eficiencia.
  • 50% está segura de que los datos personales de cualquier persona seguirán siendo visibles online incluso cuando el propietario de esos datos ya no viva.
  • 43% cree que las relaciones humanas cambiarán debido al impacto de la IA: los personajes virtuales sustituirán a las parejas de la vida real.
  • 65% cree que las identidades digitales de los fallecidos son especialmente vulnerables al robo de identidad.
  • 50% afirma que no es ético mantener en línea registros de vídeo, voz o imagen sin el permiso de la familia después de que alguien haya fallecido.

Resumen

Lo primero que llama la atención es el nivel de inseguridad entre los usuarios que utilizan a diario muchos servicios y dispositivos digitales diferentes, a pesar de estar acostumbrados a ellos. Esto se debe, en parte, al aumento de las interacciones online con entidades digitales que no se distinguen de las personas reales. Tanto es así que casi uno de cada cinco españoles (19%) afirma que ahora utiliza mucho menos Internet porque no sabe en qué sitios puede confiar.

La preocupación por ser rastreados o vigilados a través de sus dispositivos digitales se une a la inquietud por los posibles riesgos para la salud y a las noticias de teléfonos inteligentes que explotan o se incendian al cargarse. Aunque les preocupa la protección de sus datos personales y el acceso a cuentas importantes y aplicaciones financieras, los usuarios siguen participando en minijuegos y divertidos test de personalidad en redes sociales, sin pensar en las implicaciones para su seguridad. El entretenimiento pesa más que la seguridad.

La Inteligencia Artificial (IA) se ha convertido en una parte omnipresente de la vida diaria de los usuarios, y muchos creen que creará nuevas oportunidades (44%). Cuando se trata de tomar las decisiones más importantes de la vida, alrededor de un tercio de las personas encuestadas en España pediría ayuda a una IA y más de la mitad la utilizaría para gestionar su vida cotidiana con mayor eficiencia. Casi la mitad cree que las relaciones humanas cambiarán debido al impacto de la IA, llegando incluso a sustituir a las parejas reales por personajes virtuales.

Subir a Internet imágenes, vídeos e información personal plantea sus propios retos a largo plazo. La ética de las huellas digitales eternas no está clara, y muchos españoles se sienten incómodos por su falta de control. Más de la mitad está convencida de que cualquier cosa publicada por una persona puede encontrarse, incluso después de su fallecimiento.

Sin embargo, muchos consideran que esto es inaceptable y piensan que debería requerirse el permiso de la familia de la persona fallecida. Por otro lado, casi dos tercios de los usuarios españoles reconocen que el mal uso de estos datos es un problema potencial, aunque no sepan cómo abordarlo.

Capítulo 1. Supersticiones Digitales

Incluso las generaciones más jóvenes, expertas en tecnología, tienen muchas falsas creencias en lo que se refiere a la tecnología digital


Una superstición es una convicción profundamente arraigada que no está respaldada por pruebas científicas. Incluso los más familiarizados con la tecnología digital y los dispositivos inteligentes siguen aferrándose a supersticiones en torno a los mensajes en cadena, los efectos de los teléfonos inteligentes en la salud y cómo mantener segura su información personal. También hay preocupación sobre la seguridad de los datos en Internet, pero divertirse e interactuar con los demás puede llevar a los usuarios a olvidar a qué deberían prestar atención para mantenerse seguros, incluso si ya lo saben.

Un sorprendente 48% de los españoles no se siente seguro o muy seguro en Internet

¿Cómo de seguro te sientes en Internet?

¿Cómo de seguro te sientes cuando utilizas dispositivos digitales o inteligentes?

El 48% de los encuestados en España no se siente seguro cuando utiliza Internet, siendo mayor la inseguridad respecto a los chatbots que ocupan el lugar de las “personas reales” (al 52% le resulta muy difícil distinguirlos). Hasta un 42% prevé la creación de réplicas digitales totalmente convincentes de personas concretas que puedan actuar en su nombre sin que nadie se dé cuenta, y un 58% tiene a menudo la sensación de que las empresas saben mucho más de ellos de lo que deberían, sin entender de dónde puede proceder esa información.

Casi uno de cada cinco usuarios (19%) afirma que ahora utiliza mucho menos Internet porque no está seguro de en qué sitios confiar, y el 59% tapa la webcam de sus dispositivos para evitar ser observado sin su conocimiento.

Ser rastreado, escuchado y pirateado son preocupaciones generalizadas que afectan al modo en que los usuarios utilizan sus dispositivos inteligentes


A dos tercios (67%) les preocupa que sus movimientos puedan ser rastreados a través de sus teléfonos inteligentes sin su conocimiento. Más de la mitad (60%) cree que asistentes digitales como Alexa o Siri escuchan todo lo que se dice al alcance del oído las 24 horas del día, transmitiendo la información recopilada.

El 41% está convencido de que las tarjetas de pago que tienen almacenadas en sus carteras digitales pueden copiarse de forma inalámbrica y ser utilizadas por otros sin su conocimiento. De hecho, algo más de una cuarta parte (21%) utiliza protectores especiales para evitarlo.

Casi un tercio (29%) evita realizar transacciones comerciales directas a través de sus teléfonos inteligentes, ya que no puede estar seguro de si el vendedor es real o no, y el 13% está convencido de que las falsificaciones son imposibles de detectar.

Los teléfonos inteligentes forman parte de la vida cotidiana, pero más de la mitad de los usuarios españoles siguen mirándolos con cierto recelo, sobre todo cuando se trata de su salud y seguridad personal

Por otro lado, existe una preocupación generalizada por las repercusiones que el uso de teléfonos inteligentes puede tener en la salud: el 52% no deja su smartphone en la mesilla de noche cuando duerme y el 46% cree que estos dispositivos emiten radiaciones que pueden ser perjudiciales. Hasta un 29% afirma que le duele la cabeza cuando hace llamadas de más de unos minutos y el 26% asegura que llevar un smartphone cerca del cuerpo todo el día le produce malestar.

Entre los intentos de minimizar los riesgos potenciales del uso de teléfonos inteligentes, el 69% vacía regularmente la papelera de reciclaje para eliminar el contenido del smartphone (esto no reduce los riesgos), otros no cargan sus teléfonos durante la noche porque podrían explotar (28%) o incendiarse (36%).

Más de una cuarta parte (23%) apaga el teléfono o lo pone en modo avión cuando mantiene una conversación privada cerca del aparato, y el 24% lo hace siempre que está en un lugar público y lleva el teléfono consigo.

Muchos usuarios no piensan demasiado en el impacto y los riesgos potenciales de su comportamiento en línea, desde el uso de Wi-Fi públicas hasta la publicación de datos personales en las redes sociales

¿Cuál de las siguientes cosas has hecho o harías?

El 69% de los usuarios españoles cree que es perfectamente seguro conectarse a redes Wi-Fi de libre acceso, normalmente en cafeterías o lugares públicos, y el 41% juega habitualmente a minijuegos o realiza “pruebas” en Internet por diversión, publicando los resultados en las redes sociales para que los vean sus amigos, y un 39% se asegura de no romper las cadenas de mensajes o historias reenviadas a sus amigos y familiares. Tal vez esto se base en la creencia de que siempre tendrían que dar permiso explícito para que se almacenaran y utilizaran sus datos (el 50% así lo afirma), olvidando que los términos y condiciones de la gran mayoría de sitios web se sancionan automáticamente al hacer uso de ellos.

Uno de cada cinco afirma que los objetos digitales pueden funcionar como amuletos de la buena suerte (13%), y otros tantos (19%) se muestran especialmente nerviosos por los mensajes en cadena y el impacto que podrían tener si no los reenvían al número requerido de destinatarios.

Los españoles muestran una falta de comprensión entre lo que es seguro y lo que no

Algunos usuarios intentan utilizar Internet de forma más segura, pero aún no entienden cómo hacerlo eficazmente: el 38% cree que activar el “modo incógnito” al navegar hace que su actividad sea invisible para todo el mundo, una cuarta parte (21%) confía en el cifrado de todos los contenidos en servicios de mensajería como WhatsApp para que el uso de enlaces en directo sea seguro, y el 22% está seguro de que los productos basados en iOS son inmunes a todos los intentos de pirateo. Asimismo, aunque el 20% cree que la tecnología blockchain solo se puede utilizar para criptomonedas, hay un 19% que opina que es un tipo de tecnología totalmente segura ante cualquier hackeo.

Todo ello demuestra que es necesaria una mayor comprensión, conocimiento y apoyo para que los usuarios puedan utilizar Internet con seguridad y proteger su información personal.

Capítulo 2. Percepciones Digitales– AI & nuevas tecnologías

La velocidad a la que avanza la tecnología provoca una preocupación generalizada, ya que las soluciones informáticas cada vez más inteligentes hacen muy difícil saber qué es seguro en el ámbito digital

Las tecnologías digitales en evolución no son suficientemente bien comprendidas por quienes las utilizan a diario. Existe una sensación general de preocupación, ya que casi una cuarta parte (23%) culpa a la tecnología moderna de comunicación de un aumento de los problemas cardíacos y el 17% considera que la tecnología 6G es potencialmente insegura, sin pruebas de lo contrario.

Y, aunque la mayoría acepta las nuevas tecnologías en general como seguras y bajo control, esto no se extiende a las expectativas sobre la información personal: hasta un 36% está convencido de que no será posible mantener a salvo los datos personales en el futuro y casi un tercio (29%) afirma incluso que no tiene sentido preocuparse por la seguridad de los datos personales en el futuro, ya que no tendría sentido hacerlo. En consonancia con un creciente sentimiento de resignación, el 26% respondió “No” y el 10% “No sabe” cuando se les preguntó si prestarían atención a la información facilitada en las páginas web sobre los datos recogidos acerca de ellos.

La Inteligencia Artificial (IA) genera expectación e inseguridad a partes iguales entre los españoles

Casi la mitad de los españoles (48%) cree que la IA se ha convertido ya en una parte inevitable de nuestras vidas, y el 44% tiene una visión positiva de las muchas y apasionantes oportunidades de mejorar el futuro de todos.

Otro ámbito en el que se espera que la IA aporte mejoras es la educación: el 46% prevé que se enseñe a los niños a través de la realidad virtual y de experiencias en el metaverso. El 32% se imagina incluso a una IA como su jefe en el trabajo, siendo más justa que su equivalente humano actual.

Por el contrario, el 50% está seguro de que la IA dejará a mucha gente sin trabajo, ya que sustituirá a muchos empleos, y el 38% piensa que será imposible distinguir a los interlocutores “reales” de los artificiales en Internet, ya sean chatbots de atención al cliente o parejas potenciales en una aplicación de citas.

Pensando en las nuevas tecnologías, ¿con cuál de las siguientes afirmaciones estaría de acuerdo?

La IA aún está lejos de sustituir a las relaciones reales, pero puede ayudar a tomar mejores decisiones


Hasta un 43% cree que las relaciones humanas cambiarán debido al impacto de la IA: los personajes virtuales sustituirán a las parejas de la vida real.

El 37% de los españoles utilizaría un chatbot de IA para mantener conversaciones con personas online, pero solo el 26% utilizaría la IA para ayudarles a encontrar la pareja adecuada en una aplicación de citas, y el 27% para ayudarles a criar a sus hijos.

En el futuro, ¿qué diferencias podría introducir la IA en nuestra forma de vivir?

Cuando se trata de tomar las decisiones más importantes de la vida, solo el 26% pediría ayuda a una IA, pero hasta el 56% la utilizaría para gestionar su vida cotidiana con más eficiencia.

¿Usarías la Inteligencia Artificial para ayudarte a gestionar tu día a día?

La IA quita la seguridad de la información personal de las manos de los usuarios españoles

En general, parece que la IA se ha aceptado como una parte inevitable de la vida moderna, a menudo de forma positiva, pero se subestima mucho su papel en el aumento del riesgo para la información personal. Sólo el 35% cree que podría permitir a los piratas informáticos atacar incluso los sistemas más seguros, pero el 29% está seguro de que cualquiera podrá averiguar lo que quiera sobre usted en el futuro sin que usted pueda hacer nada para impedirlo.

Los vehículos conectados permiten seguir tus movimientos sin que lo sepas y pueden ser pirateados a distancia

En consonancia con la incertidumbre general sobre la recopilación y el uso de datos personales, el 42% desconfía de la cantidad de información que recogen los coches modernos y cree que, sin duda, puede utilizarse para rastrear sus movimientos, sin que se sepa siquiera que se está haciendo.

Sólo al 20% no le preocupa la seguridad de los vehículos conectados o autónomos. Hasta un 42% insiste en que la seguridad de un coche autoconducido depende crucialmente de la presencia constante de un conductor humano, lo que quizá no sorprenda, teniendo en cuenta la cobertura mediática habitual de pruebas que salen mal. En este sentido, solo un tercio (32%) utilizaría un taxi con piloto automático, frente a un 50% que dice “rotundamente no”.

También se cree que los coches autónomos pueden ser pirateados a distancia (31%), lo que los hace inseguros para los usuarios, y más de un tercio (31%) opina que cualquier vehículo conectado podría detenerse repentinamente mediante un ciberataque. El 21% considera que los vehículos eléctricos son un objetivo específico para los piratas informáticos.

En un mundo cambiante y confuso, lleno de nuevas tecnologías, los usuarios luchan por mantenerse al día y también por priorizar qué información es más importante proteger. Nadie quiere perderse las ventajas que puede aportar la innovación, pero muchos no saben qué medidas pueden tomar para minimizar las consecuencias negativas del uso de dispositivos inteligentes, la inteligencia artificial o incluso “solo” Internet.

Capítulo 3. Inmortalidad Digital

La creciente concienciación sobre la longevidad de la información digital hace que muchos usuarios sean más cautelosos con lo que publican en Internet

El 37% de los españoles está seguro de que no hay límite de tiempo para encontrar todas las imágenes, vídeos o grabaciones de voz relacionados con una persona concreta que se hayan publicado alguna vez en Internet. Casi un tercio (27%) afirma que no publica ninguna imagen suya o de su familia en Internet, ya que es muy difícil controlar quién las verá o incluso quién las utilizará.

En el futuro, ¿qué diferencias podría aportar la IA en nuestra foma de vivir?

Asimismo, el 32% cree que todo lo que se publica en Internet, incluida la información personal, se utiliza para entrenar aplicaciones de IA como Chat GPT, sin pedir permiso al propietario de estos datos, mientras que el 43% está convencido de que se requiere su permiso explícito para que se utilice cualquiera de sus datos personales.

La ética de las huellas digitales eternas no está clara, y muchos usuarios se sienten incómodos con su falta de control


La mitad (50%) está segura de que los datos personales de cualquier persona seguirán siendo visibles en línea incluso cuando el propietario de esos datos ya no viva. El 50% afirma que no es ético mantener en línea registros de vídeo, voz o imagen sin el permiso de la familia después de que alguien haya fallecido, sobre todo porque estos registros pueden ser encontrados (y utilizados) por cualquiera en cualquier momento.

¿Cuáles de las siguientes afirmaciones son verdaderas?

Más de un tercio (32%) afirma explícitamente que el control sobre lo que es visible sobre uno mismo o su familia es una ilusión una vez que se ha publicado en Internet, independientemente de que alguien siga vivo o no. Las herramientas de búsqueda modernas ni siquiera requieren un nombre o cualquier información personal: basta con dar a la aplicación de Inteligencia Artificial adecuada una o dos imágenes para encontrar todos los registros visuales de ese rostro, tanto si el buscador pertenece a la familia como si es un completo desconocido. Utilizar un nombre falso en las redes sociales (elegido como forma de proteger su identidad por el 25% de los usuarios españoles) no cambiará este hecho, pero al mismo tiempo crea más razones para no confiar en otras personas online.

La idea de una representación digital de un ser querido después de su muerte incomoda a muchos usuarios


El 70% de los usuarios españoles está de acuerdo en que ver imágenes o historias sobre personas que han fallecido puede resultar molesto para quienes estaban cerca de ellas cuando vivían (sólo el 6% está en desacuerdo). La cuestión de si puede ayudar a los familiares y amigos que han perdido a un ser querido ver que sus redes sociales y otras cuentas en línea reciben “me gusta” o comentarios es más difícil de juzgar para los españoles, de los cuales el 39% está de acuerdo y el 25% en desacuerdo, mientras que el 31% muestra indeciso.

Utilizar la IA o una plataforma de redes sociales para crear la presencia de una persona fallecida divide a los usuarios españoles de forma más drástica: mientras que el 32% está de acuerdo en que está perfectamente bien crear una identidad digital de alguien que ya no está vivo, a través de fotos, vídeos u otros recuerdos, para ayudar a los que quedan atrás a sobrellevar su pérdida, el 42% está en desacuerdo de forma activa. Es evidente que se trata de un tema delicado y la incertidumbre generalizada sobre el uso no autorizado de contenidos publicados en línea no puede sino aumentar esa sensibilidad.

Se cree que los fallecidos son aún más vulnerables al robo de datos y de identidad

En todo caso, hacerlo podría convertirse en un problema, según los españoles: el 62% está de acuerdo en que la presencia online de las personas que han fallecido puede recrearse utilizando IA, lo que podría crear problemas a sus familiares. Solo el 12% está en desacuerdo.

Especialmente cuando, como cree el 65% de los usuarios en España, las identidades de los fallecidos son particularmente vulnerables al robo de identidad sin que quede nadie para controlar lo que ocurre con la información que publicaron en Internet.

Las identidades de los fallecidos son especialmente vulnerables a la suplantación de identidad. ¿Qué opinas?

La importancia de hacer testamento sobre la presencia online

La única medida que pueden tomar los usuarios para controlar lo que ocurre con su huella digital tras su muerte es incluirla en su testamento y designar un albacea que se asegure de que sus instrucciones se cumplen íntegramente. El 70% está de acuerdo en que cualquier persona que tenga presencia en Internet debería especificar en su testamento qué desean que se haga con sus datos y cuentas sociales.

Los proveedores de plataformas serían entonces responsables de gestionar las cuentas en redes sociales y toda la información personal del fallecido de acuerdo con las instrucciones dadas por éste.

El tema del olvido digital no es contemplado a menudo por los usuarios, que tienen tantas otras cosas de las que ocuparse cuando fallece un ser querido, que su presencia en las redes sociales no está entre las principales prioridades. Sin embargo, sabiendo que las identidades robadas pueden causar muchos problemas a los familiares, tiene sentido considerar la posibilidad de incluir disposiciones legales en el testamento.


[1] Todos los participantes tienen entre 18 y 40 años, están interesados en las nuevas tecnologías, utilizan redes sociales, juegos en línea, películas en streaming o aplicaciones/Internet para escuchar música o podcasts. Atrás

[2] Todos los participantes tienen entre 18 y 40 años, están interesados en las nuevas tecnologías, utilizan redes sociales, juegos en línea, películas en streaming o aplicaciones/Internet para escuchar música o podcasts. Atrás