Los smartphone actuales consumen mucha batería, obligando a cargarla al menos una vez al día. De hecho, si usamos nuestro dispositivo constantemente, es probable que la batería no llegue al mediodía y tengamos que llevar el cargador con nosotros todo el tiempo. A primera vista, este problema no tiene nada que ver con la seguridad. Solamente debemos enchufar el cargador y esperar a que la batería se complete, al igual que cualquier otro aparato eléctrico. En cambio, existen peligros ocultos que todos debemos conocer.
Robo
El primero de los riegos, y el más obvio de todos ellos, es la posibilidad de que nos roben nuestro smartphone cuando lo tenemos cargando en algún enchufe, puerto o fuente de electricidad. El problema desaparece si cargamos el dispositivo en nuestra casa u oficina; sin embargo, si cargamos el teléfono en un lugar público (aeropuerto o cafetería) y no lo vigilamos, es probable que corra la misma suerte que si lo dejamos en el salpicadero de nuestro coche ante la vista de todo el mundo. Por eso, es mejor interrumpir la carga del dispositivo si no podemos estar atentos y evitar que alguien robe nuestro smartphone. Además, para estos casos, una buena solución es utilizar un cargador automático, disponibles, desde hace un par de años, para cualquier modelo.
Pérdida de datos
Cuando cargamos nuestro dispositivo a través de un PC o lo conectamos a un puerto USB en el coche o el avión, debemos saber que no sólo se intercambia la energía eléctrica sino los datos también. No hay ningún problema si conectamos el smartphone a nuestro equipo. No obstante, debemos tener cuidado si lo conectamos al ordenador de otra persona o a un sistema de terceros. Los ajustes dependen de cada teléfono, pero, normalmente, se conectan automáticamente a través de los modos PTP o MTP. Una vez están conectados al ordenador, éste puede cargar las fotos o archivos almacenados en el smartphone. Esto puede ser especialmente peligroso si guardamos documentos confidenciales en nuestro dispositivo móvil. Además, esto es más frecuente de lo que parece, muchos smartphones tienen activado por defecto un ajuste que carga automáticamente las fotos de los álbumes en DropBox o en una aplicación similar.
Para evitar estos problemas, lo más efectivo es apagar el teléfono antes de cargarlo y mantenerlo así hasta que el proceso de carga esté completo. En este caso, cuando lo conectemos a la fuente de energía, solo funcionará la batería, nada más. Si necesitáis tener el smartphone encendido mientras se carga, os aconsejamos que seleccionéis por defecto la opción “Solo carga” y que escojáis otro modo cuando sea necesario.
Algunos dispositivos permiten activar un código de protección, el cual es necesario introducir para conectar el smartphone al PC. Además, algunos teléfonos Android ofrecen aplicaciones con funcionalidades de protección alternativas a las anteriormente descritas.
Virus
Aunque esta amenaza no sea muy probable, siempre debemos tenerla en cuenta. Aquellos smartphone Android con el modo debugging activado pueden recibir diferentes tipos de comandos de administrador a través del puerto USB e instalar aplicaciones, incluso maliciosas. Cualquier smartphone en modo “disco extraíble” funciona igual que un disco flash y un equipo infectado puede copiar un virus de PC en el teléfono. Aunque no sea peligroso para el smartphone en sí, cuando lo conectemos a otro equipo informático, el virus podrá infectarlo.
¿Cómo podemos defendernos ante esta amenaza? Necesitamos desactivar el modo debugging en el dispositivo Android (normalmente se encuentra en la pestaña Opciones de Desarrollo) y asegurarnos que está prohibido la instalación de aplicaciones fuera de Google Play (pestaña de Seguridad). Además, evitaremos usar el modo de conexión UMS de todos los smartphones, sin importar el sistema operativo, y daremos preferencia a MTP y PTP. Por supuesto, también es de gran utilidad usar una solución de seguridad y antivirus, como Kaspersky Mobile Security.
Cuidado con los “alimentación”
Un cargador no adecuado puede acarrear problemas a nuestro smartphone. Un simple experimento ha demostrado que la mayoría de smartphones se cargan con cualquier dispositivo que sea compatible. No obstante, esto no es en absoluto recomendable porque puede que la batería no se cargue al 100%, se sobrecaliente o dañe el dispositivo. Además, esto puede suponer la pérdida parcial de datos o incluso el fallo completo del smartphone. Aunque esto se parezca más a un historia de terror, sucede con bastante frecuencia, especialmente con los modelos modernos de gran consumo energético.
Nota: todos los smartphones que se cargan mediante un USB necesitan un voltaje de 5 V. Aunque el voltaje del cargador oscile entre los 500 y 1500 mA, los nuevos modelos necesitan, como mínimo, 1000. No es necesario que coincida el voltaje del cargador cuando usamos un adaptador, pero no se debe exceder el doble de dicha cifra.
Por supuesto, el mejor consejo es “usar el cargador que viene con el dispositivo”, como recomiendan los fabricantes. No obstante, esto no siempre es posible en la vida real. Por lo tanto, cuando usemos otros cargadores por primera vez, deberemos seguir las siguientes normas:
- El método más fiable es apagar es el smartphone cuando esté cargando.
- Comprueba, durante los primeros 20 minutos de carga, la temperatura del dispositivo. Si está demasiado caliente, desconéctalo inmediatamente. Recordad que todos los smartphones se calientan cuando se están cargando, es algo totalmente normal. Sin embargo, debemos diferenciar entre calentarse y sobrecalentarse por un cargador no apropiado.
- Si no es posible apagar el teléfono cuando se está cargando, tomaremos medidas para evitar perder nuestros datos personales.
- Si estamos utilizando el smartphone mientras lo cargamos (por ejemplo, el GPS o el vídeo) debemos controlar la temperatura del dispositivo y el indicador de batería. Algunos modelos consumen energía más rápido que la carga. En este caso, buscaremos un cargador más potente.