Hace poco celebramos el Día Mundial de la Salud Mental, una conmemoración internacional que resalta la importancia de este ámbito con el objetivo de generar un cambio positivo. La salud mental de los adolescentes merece una atención especial en esta era de las redes sociales y, al respecto, nos hemos planteado una serie de preguntas sobre la adicción psicológica y otros problemas.
La ansiedad por las redes sociales
Un estudio reciente de Facebook descubrió que Instagram puede dañar la mente de los adolescentes, especialmente de las chicas. El 32 % de las adolescentes afirmaron que, cuando se sentían mal, Instagram las hacía sentirse peor. Entre las causas más citadas de estrés estaban los estándares poco realistas de belleza y la sensación de insuficiencia respecto a su estilo de vida en comparación con lo que se muestra en la pantalla.
Instagram está tratando de resolver algunos de estos problemas introduciendo varias funciones que puedan ocultar el contador de me gusta o prohibir los filtros que muestren estándares de belleza poco realistas.
Tú, como usuario, también puedes seguir algunos pasos sencillos:
- Dejar de seguir cuentas que te hagan sentir triste, inadecuado, inseguro o molesto.
- Intentar reducir la cantidad de tiempo que pasas conectado.
- Tomarte descansos breves y llevar a cabo una desintoxicación digital para escapar de las redes sociales, relajarte y centrarte en ti mismo. Kaspersky ha lanzado un espacio de CyberSpa digital para ayudarte con ello.
El ciberacoso
El ciberacoso es otro problema bien conocido que puede afectar a la salud mental de los adolescentes. Cuando esto ocurra, no debe ser tolerado o ignorado.
Si un adolescente está recibiendo acoso online, el primer paso es buscar ayuda de los padres o de otros adultos de confianza como un consejero escolar, entrenador deportivo o maestro. Si la víctima no tiene la confianza para contarle a sus amigos el problema, puede ponerse en contacto con una línea de ayuda y hablar con un asesor profesional.
Actualmente las redes sociales, incluida Instagram, utilizan la inteligencia artificial de manera activa para combatir los comentarios abusivos en fotografías y vídeos. Además, cada plataforma social presenta herramientas para personalizar quién puede comentar o ver tus publicaciones, así como bloquear a los usuarios y reportar casos de acoso o intimidación. A veces, también puede ser útil recopilar pruebas en forma de capturas de pantalla para confirmar lo que está sucediendo.
Facebook desarrolló un Centro de prevención del bullying para adolescentes. Para luchar contra el acoso en Facebook puedes:
- Rastrear quién te etiqueta en su contenido. Esto puede hacerse en los ajustes en Biografía y etiquetado.
- Comprobar los materiales ya publicados con tus etiquetas y, de ser necesario, eliminarlos de los materiales que no quieres que estén asociados a ti con el Registro de actividad.
- Eliminar a los agresores de tu lista de amigos para que no tengan oportunidad de ponerse en contacto contigo. Y, si eliminarlos no ayuda, puedes bloquear a los usuarios. Recuerda que no recibirán una notificación al respecto. El bloqueo evitará que los abusadores encuentren tu perfil y etiqueten tu contenido. Además, no podrán añadirte como amigo ni rastrear tus movimientos.
- Asegúrate de reportar el material ofensivo al servicio de soporte. Puedes quejarte sobre el contenido que acompaña a una publicación, foto o comentario; esto atraerá la atención de los moderadores de Facebook.
Instagram rastrea el contenido publicado por los usuarios. Si la plataforma observa posibles violaciones, notificará al usuario de que está a punto de publicar información que cruza los límites. Los usuarios también pueden seguir otros pasos como:
- Utilizar una herramienta restrictiva para proteger su cuenta sin notificar a los usuarios peligrosos.
- Moderar los comentarios de sus publicaciones.
- Cambiar los ajustes de privacidad de la cuenta para elegir quién puede ver y comentar el contenido.
Twitter también cuenta con un Centro de ayuda contra el abuso que ofrece ayuda y consejos. Los usuarios de Twitter pueden seguir estos pasos para combatir el acoso:
- Utilizar los filtros de notificación extendidos de Twitter. Estos pasos te permiten filtrar las cuentas de las que recibes notificaciones. Por ejemplo, puedes no recibir notificaciones de usuarios sin foto de perfil.
- Twitter cuenta con una opción para silenciar notificaciones que puedes personalizar de acuerdo con tus necesidades. Por ejemplo, puedes desactivar las notificaciones con palabras clave o frases enteras. Puedes desactivar las notificaciones durante un día, un mes o por tiempo indefinido.
- Un paso eficiente también es la opción de bloquear Esto evitará que cuentas bloqueadas publiquen, vean tus tuits y lean tu perfil.
- Si eres víctima de ciberacoso, también debes reportar el contenido ofensivo. Esto permitirá que Twitter actúe y bloquee al usuario o el contenido.
TikTok
TikTok también está creando varias herramientas que permiten a los usuarios limitar la atención no deseada. La empresa lanzó una guía que ayuda a identificar el comportamiento abusivo y tomar medidas contra él. Estas son algunas funciones que los adolescentes pueden utilizar:
- Configurar los ajustes de privacidad de vídeo en una cuenta personal, para elegir quién puede ver cada vídeo y restringir la subida de vídeos personales.
- El filtro de comentarios no deseados permite crear una lista de palabras no deseadas que se bloquearán en los comentarios a los vídeos o durante las retransmisiones en vivo para proteger a los usuarios del acoso.
- El filtro de usuarios permite elegir quién puede añadir la función Dúo al video de un usuario.
- Bloquear a usuarios permite bloquear acosadores que violan las normas de la comunidad y notificar a la plataforma sobre sus acciones.
- Los ajustes familiares mantienen a los adolescentes a salvo y les ayudan con sus tareas creativas sin sobrepasar los límites personales.
En su relativamente corta historia, hemos aprendido que las redes sociales no siempre son beneficiosas para nuestra salud mental, aunque sí presenten otros beneficios. Pero, si aprovechamos las herramientas que tenemos a nuestra disposición, podemos hacernos cargo del asunto y ayudar a guiar a los adolescentes por un camino más sano.