Los agentes de aduanas de EE.UU. tienen un especial interés por los datos que se guardan en dispositivos móviles y ordenadores portátiles. La entidad EFF (Electronic Frontier Foundation) ofrece a los viajeros que tienen información confidencial en sus teléfonos (gente común, no espías o algo parecido) consejos realmente útiles, con los cuales cruzar una aduana de forma segura sin que nos roben los datos que tenemos guardados en nuestros dispositivos.
- Saber ante quién estás. Esto es la primera lección y la más importante. A no ser que quieras que te detengan, coopera y no mientas a los agentes. Si estos deciden mirar tu dispositivo, recuerda que sólo un juez puede pedirte tu contraseña; incluso tienes derecho a no contestar a aquellas preguntas que no te gusten. Si te confiscan tus dispositivos, anota la información identificativa del agente y pide un recibo donde se detallen las propiedades retenidas.
- Conoce cuáles de tus dispositivos están en peligro. Cualquier dispositivo que almacene datos (smartphone, cámara, discos duros, portátiles, tablets…) puede ser confiscado por los agentes de aduanas e inmigración. No obstante, esto sólo ocurre una media de 300 veces al mes, así que la probabilidad (aunque exista) es muy baja.
- Usa sistemas de cifrado. Los agentes del gobierno pueden descifrar, fácilmente, contraseñas o, incluso, evitarlas al arrancar tu dispositivo desde un CD o USB. ¿Cuál es la solución ante este problema? Cifrar toda la información del dispositivo y utilizar contraseñas fuertes y seguras. Si utilizas estos dos métodos te aseguras que los agentes sólo podrán acceder a tus datos con tu consentimiento; protegiendo, al mismo tiempo, el dispositivo en caso de robo o pérdida.
- Borra la información. Otro sistema para proteger nuestros datos es copiarlos en un disco duro externo y eliminarlos del dispositivo original. No obstante, borrar la información y vaciar el sistema no es suficiente; utiliza alguna herramienta de destrucción o reescritura de datos para protegerlos al 100%.
- Correo tradicional. Enviarte la información a ti mismo a través del correo tradicional es el método más seguro para que los agentes de aduanas no puedan acceder a dichos datos en tus dispositivos electrónicos. De esta forma, podrás evitar encontronazos con los funcionarios, aunque debes tener en cuenta que tampoco existen garantías de que los datos lleguen a salvo a través del correo postal.
- Envía por correo postal el disco duro. Si no quieres perder la información de tu dispositivo, pero, al mismo tiempo, quieres proteger los datos guardados; envía tu disco duro por correo ordinario a tu destino o guárdalo en tu maleta con el resto de enseres personales.
- Envía por correo postal los datos. Al igual que en el consejo anterior, el servicio postal puede ser de gran ayuda, así que haz una copia de seguridad en un dispositivo externo (USB o tarjeta SD), elimina dicha información de tu dispositivo y envía la copia a tu destino.
- Protección en la nube. Hoy en día, existe un gran número de sistemas de almacenamiento web que pueden ser realmente útiles. Copia la información confidencial en una de estas páginas antes de viajar; asegúrate que el sistema que uses cifra la información almacenada y descárgatela una vez hayas llegado a tu destino. ¡Sencillo y rápido!
- Remedios de la vieja escuela. Si estás realmente preocupado por los datos guardados en tus dispositivos y la posibilidad de que te los confisquen en la aduana; recuerda que, antiguamente, los viajeros de negocios no tenían BlackBerry, ordenadores portátiles o discos duros. Así que olvídate de dichos dispositivos y usa una línea de teléfono fijo o compra un teléfono móvil a tu llegada, recuerda que a James Bond nunca le hizo falta un iPhone.