No tiene nada de malo dejar que tu hijo pequeño juegue con tu smartphone o tablet, pero si lo haces, necesitas saber cómo un par de toques pueden acarrear altos gastos, incluso en las aplicaciones para niños que en teoría son gratuitas. Las compras dentro del juego de los adolescentes ya han protagonizado más de un titular, pero hasta los niños en edad preescolar pueden perjudicar de forma significativa el bienestar financiero de una familia. Así puedes protegerte contra las compras accidentales que podría acabar haciendo un niño pequeño.
¿Cuáles son los riesgos?
Es muy poco probable que un niño pequeño apueste en e-sports o realice donaciones durante las transmisiones en vivo en YouTube o Twitch. Además, los ordenadores y las consolas de videojuegos suelen estar reservadas a los niños mayores. Dicho esto, un niño pequeño sí podría vaciar tu cuenta sin querer con tan solo tocar un banner llamativo en un dibujo animado o trasteando los ajustes y acabar comprando vidas adicionales y equipamiento en los juegos.
La publicidad en los dibujos animados
Incluso aquellos que no permiten que sus hijos usen videojuegos en su teléfono tienden a dejarlos ver de vez en cuando dibujos animados en YouTube. No es difícil imaginar cómo un niño pequeño podría tocar un banner de colores brillantes o un anuncio que emerge durante el vídeo, pero si ese toque los lleva a Google Play, el App Store o una tienda online, fácilmente podrían terminar descargando un juego o comprando algo.
Asimismo, podrían suscribirse por accidente a YouTube Premium o a cualquier otro servicio de pago. Y darse cuenta del problema no será fácil, ya que los cargos no se ven hasta después de que termine el periodo de prueba gratuito.
Los juegos para móvil y las aplicaciones educativas
Paradójicamente, algunos juegos gratuitos en apariencia inofensivos pueden vaciar tu cartera con más eficacia que los de pago. En su modelo estándar, uno de los más lucrativos para los desarrolladores, los usuarios obtienen el juego gratis, pero tienen que pagar por las opciones adicionales y los artículos virtuales. Y, si crees que solo un adolescente con una adicción al juego podría gastar una cantidad exorbitante por la Espada de las Mil Verdades o algún otro equipamiento, piénsalo dos veces. Incluso un niño en edad preescolar que todavía no sabe ni leer ni escribir y que solo utiliza las aplicaciones apropiadas para su edad puede mermar el presupuesto familiar sin darse cuenta de que está gastando dinero real.
¿No te lo crees? Ha sucedido muchas veces. Estos son solo algunos ejemplos: un niño de 6 años de Connecticut gastó más de 16.000 dólares en juegos en el iPad de su madre; otro niño de 7 años del Reino Unido pagó por accidente 1.200 libras en juegos online, incluidas 800 libras en comida virtual para gatos.
La mentalidad de un niño pequeño
Los niños pequeños son muy curiosos, sobre todo cuando se trata de los nuevos dispositivos. La mayoría de los niños de 5 años todavía no saben leer bien, por lo que las imágenes brillantes les resultan más atractivas que las palabras (al igual que pasa con algunos adultos). Por lo que es natural que toquen los banners sin pensar en las consecuencias.
A esa edad, no tiene sentido explicarles las complejidades del modelo de videojuego gratuito, los principios de las compras online o que las gemas y golosinas animadas en el mundo de las hadas de los juegos y vídeos cuestan dinero real en el mundo real. Para evitar que tu pequeño angelito te lleve a la bancarrota, tienes que limitar las compras con medios técnicos. Por fortuna, la mayoría de los dispositivos y servicios te permiten hacerlo.
Medidas de precaución
En primer lugar, ¿cómo ha conseguido tu hijo el smartphone o tablet? Lo más obvio es que se lo hayas dado tú. Actualmente son muchos los padres que compran un smartphone a sus hijos en edad escolar para mantenerse en contacto, pero aquellos que no tengan siempre podrían tomarlo prestado de sus padres o cogerlo sin preguntar. Te contamos cómo proteger tu cuenta bancaria a pesar de todo esto.
Si le dejas tu dispositivo a tu hijo
Muy pocos padres pueden decir que nunca les han dejado la tablet o el smartphone a su hijo solo para tener un momento de paz, pero muchos lo hacen sin considerar las implicaciones de seguridad. Dependiendo de la edad y el nivel de responsabilidad del niño en cuestión, estas son algunas buenas opciones:
- Activa la confirmación de compra en Google Play o la función equivalente en el App Store para evitar los gastos accidentales al solicitar verificación mediante contraseña o huella digital para todas las operaciones, incluidas las compras dentro del juego.
- Utiliza el modo de invitado si está disponible en tu teléfono. Algunos smartphones con Android te permiten añadir usuarios nuevos y cambiar entre los perfiles. En iPhone o iPad, puedes utilizar el Acceso guiado para evitar que tu niño acceda a otras aplicaciones que no sean las que tú hayas seleccionado. Esta función también te permite bloquear los toques por toda la pantalla o alguna parte de esta, así como desactivar de forma temporal el botón de Inicio.
- Activa las notificaciones de operaciones en tu aplicación bancaria para detectar compras accidentales antes de que sea demasiado tarde.
- Si tu hijo tiene la edad suficiente para hacer compras por su cuenta, establece un límite de gasto. Muchos bancos te permiten limitar los gastos por categoría, como los videojuegos.
- Considera la opción de tener una tarjeta de débito independiente que puedas recargar según sea necesario. Algunos bancos te permiten configurar una cuenta especial desde la que puedes observar y gestionar los gastos de tus hijos. Otros también ofrecen versiones para niños de sus aplicaciones bancarias, las cuales pueden incluir consejos para la gestión del presupuesto y opciones para que los padres establezcan un pago a los niños a cambio de que realicen tareas.
Si tu hijo tiene su propio dispositivo
La protección del dispositivo de tu hijo es algo diferente, principalmente porque lo más probable es que no tengas que preocuparte por mantener una cuenta independiente, sin límite, para ti en el dispositivo.
- Configura una cuenta para niños en Google o su propia ID de Apple, y después utiliza el control parental del sistema operativo para restringir las compras y el acceso a contenido inapropiado como juegos y películas violentos.
- Activa la confirmación en todas las compras. En los dispositivos Android, puedes bloquear la descarga no autorizada de cualquier contenido de paga de Google Play o limitar el gasto dentro de las aplicaciones. De esta forma, cuando tu hijo intente descargar algo, el sistema te pedirá la contraseña de la cuenta. En los dispositivos móviles Apple, puedes supervisar las solicitudes para descargar aplicaciones de pago y aprobar lo que tu hijo compre con la función Solicitar la compra.
- Utiliza la función Tiempo de uso en los dispositivos Apple para desactivar las compras en la App Store y iTunes, así como bloquear las operaciones dentro de la aplicación.
- Descarga versiones infantiles de las aplicaciones en el dispositivo de tus hijos, como YouTube Kids en lugar de la aplicación tradicional de YouTube. Estas aplicaciones deberían mostrar menos anuncios y también te permiten filtrar el contenido.
- Instala una solución de control parental de confianza. Por ejemplo, Kaspersky Safe Kids no solo te permite restringir las compras, sino que también te permite ver cuánto tiempo pasa tu hijo en las aplicaciones y qué sitios web han visitado.
¿Y si tu hijo coge tu teléfono sin permiso?
Todo padre sabe que tiene que estar preparado para imprevistos, y esto significa entender que tu dispositivo podría caer en las manos de otra persona, no solo por robo o extravío, sino a veces porque tus hijos cogen tu teléfono o tablet cuando no estás pendiente.
- Activa el bloqueo automático de pantalla y establece un tiempo sin actividad corto, de máximo 10 a 15 segundos.
- Mantén tu contraseña en secreto y hazla tan compleja que ningún observador pueda descifrarla fácilmente.
- Adquiere el hábito de mantener tu dispositivo móvil contigo y no lo dejes desatendido.
Qué hacer si el dinero ya se ha retirado
Si percibes un gasto inesperado en tu cuenta y resulta que el culpable es tu hijo, puedes tratar de recuperar tu dinero. Eso sí, ten en cuenta que es posible que no obtengas un reembolso por las compras en Google Play a menos que actives la autentificación. En App Store y iTunes existen procedimientos similares de reembolso por aplicaciones y contenido. Recuerda, siempre puedes ponerte en contacto directamente con el desarrollador del juego o de la aplicación.
Conclusión
No tendrás que prohibir los dispositivos móviles o despedirte de tu dinero si tomas medidas por adelantado. Analiza cómo podría gastar dinero tu hijo con un smartphone para esquivar los problemas inevitables y, con el tiempo, educarlos en la compra online responsable y las finanzas en general.