Muchos niños reciben su primer smartphone entre los 11 y 12 años o incluso antes. La mayoría ya lleva con ellos un dispositivo cuando entra a secundaria. La presión social juega un papel importante, ya que los niños sin teléfono ven que todos a su alrededor juegan con sus propios dispositivos. Sin embargo, es tu decisión dárselos. En esta publicación analizamos los pros y los contras de esta compra y te ofrecemos consejos para elegir el smartphone en caso de que decidas comprarlo.
Tú eres el único que puede decidir si tus hijos necesitan un teléfono o pueden lidiar con la responsabilidad de tener uno. En cualquier caso, la compra de un smartphone para tus hijos acarrea una serie de ventajas y desventajas.
Un smartphone para tu hijo: desventajas
Empecemos con los contras. Por un lado, muchos expertos coinciden en que el uso excesivo de un dispositivo puede afectar negativamente a la salud y el desarrollo de un niño. Si tus hijos se pasan la noche con un smartphone, pueden desarrollar problemas de sueño, ya que en este ámbito los teléfonos móviles son peores que la televisión.
Pasarse horas pegado a la pantalla puede producir miopía, mala postura e incluso problemas respiratorios. Existen trastornos comunes que afectan a los niños en edad escolar, como el trastorno de déficit de atención y la hiperactividad: el TDAH va en aumento en paralelo con la popularidad de estos dispositivos. También hay otros riesgos más inmediatos: si tu hijo mira fijamente la pantalla mientras camina por la calle, esto puede dar lugar a una situación muy peligrosa.
Asimismo, si tus hijos pasan horas y horas con sus teléfonos, no estudiarán, jugarán (salvo por los juegos del teléfono) ni convivirán con sus compañeros. Puede que incluso sus profesores los regañen por usar el smartphone en clase. Finalmente, un teléfono móvil no es algo barato y los niños no son los propietarios más responsables, por lo que podrían romperlo o dejarlo olvidado por ahí.
Un smartphone para tu hijo: ventajas
Aunque si restringes el tiempo que tu hijo usa su smartphone, puede que no sea tan dañino y presente ciertas ventajas. En primer lugar, si le das a tu hijo un smartphone, podrás contactar con él cuando no estéis juntos, concederle permiso para salir con seguridad y estar tranquilo mientras se encuentra en la escuela o en actividades extraescolares.
Bien utilizado, un smartphone puede ser todo menos una distracción escolar, por ejemplo, puede facilitar a tu hijo el acceso a diccionarios electrónicos y a otros usos prácticos que le ayudarán con sus tareas escolares.
La búsqueda de información en la web puede abrirle la mente a un niño y la fotografía y los vídeos pueden fomentar su creatividad. Si tu hijo aprende a usar los mapas electrónicos, podrá moverse por barrios desconocidos. Por último, está esa inoportuna presión social, ya que si todos los niños de clase tienen un teléfono, aquel que no tenga pasará a ser el raro del grupo.
Así que, como has podido comprobar, hay argumentos sólidos tanto a favor como en contra de que tu hijo tenga un smartphone. Ahora es cosa tuya decidir a qué le das más importancia. Eso sí, debes tener en cuenta que, aunque decidas no comprar un smartphone ahora, es probable que esa pregunta vuelva a surgir. Por tanto, vamos a profundizar más en el tema.
¿Cómo escoger un teléfono para un niño en edad escolar?
Tarde o temprano sucederá y entonces surgirá otra pregunta: ¿qué tipo de teléfono deberías compra a tu hijo? La opción más barata es darle uno de tus smartphones antiguos. El ahorro es absoluto: si lo dejan olvidado, lo rompen o lo tiran a la bañera, no perderás nada. Pero esta opción también tiene sus desventajas.
En primer lugar, es probable que el sistema operativo del smartphone esté desactualizado y, en muchos casos, no hay forma de actualizarlo. Esto presenta un problema grave en términos de seguridad y compatibilidad con las aplicaciones.
En segundo lugar, las baterías de estos smartphones están para tirar y una simple carga ya no aguanta mucho. Es probable que no quieras darle a tu hijo un teléfono al que no puedas llamar cuando lo necesites, así que olvídate de la tranquilidad. En tercer lugar, pese a que esto es totalmente subjetivo, pocos niños se alegran al ver un dispositivo viejo.
Por tanto, si tienes el dinero, mejor cómprale un nuevo smartphone a tu hijo.
¿Qué otras cosas debes considerar a la hora de elegir un teléfono para tu hijo?
Hablemos de algunas funciones importantes a tener en cuenta en el smartphone de un niño.
Probablemente la pantalla sea el factor más importante en la usabilidad del teléfono. Como mínimo, busca una calidad decente (alta resolución y colores auténticos). Luego viene el tamaño: busca un modelo con una pantalla que mida al menos 4,5 pulgadas. Una pantalla muy pequeña provoca fatiga visual y son difíciles de usar con las aplicaciones actuales, ya que están diseñadas para pantallas más grandes.
No hay por qué temer a los phablets (smartphone superior a las 5 pulgadas), ya que los niños se adaptan rápidamente a ellos. Sí que es probable que quieras evitar esas pantallas de moda con los bordes curvos, ya que se rompen fácilmente y sus reparaciones son muy elevadas. En general, cuanto menos cristal tenga un smartphone, mejor; además, su reparación es más barata.
Sea cual sea tu elección, si tu hijo tiene o va a tener pronto un smartphone, deberías comprar inmediatamente una carcasa o protector resistente con bordes que sobresalgan por encima de la pantalla. A los niños se les caen los dispositivos más que a los adultos. Y un protector de pantalla tampoco viene mal. Por experiencia, podemos confirmar que es mejor comprar una cubierta y un protector de pantalla de inmediato. Comprar online y pasar una semana o dos a la espera de una entrega no te servirá de nada si tu hijo estrella la pantalla (lo cual es muy probable) antes de que llegue la carcasa.
La duración de la batería es el segundo factor más importante a tener en cuenta. Y cuanto más duradera, mejor. No esperes que tu hijo cargue de modo regular la batería de su dispositivo, teniendo en cuenta que hasta los adultos se olvidan.
El tercer factor es la memoria. Cuanta más memoria, mejor. Tampoco esperes que tu hijo limpie periódicamente la memoria de su teléfono, por lo que se llenará rápidamente. Por ello nunca está de más contar con una ranura para la tarjeta de memoria. Esto te permite ampliar la memoria rápidamente y a un coste mínimo.
Y más allá de esto, considera cuáles son tus prioridades. Valdría la pena comprobar la viabilidad del módulo GPS. La mayoría de los GPS de los smartphones funcionan, pero algunos modelos mal diseñados pueden tener problemas a la hora de recibir la señal satelital. Si te resulta indispensable saber dónde está tu hijo en un momento dado, busca valoraciones de los usuarios sobre el modelo que estás considerando en foros, esto podría ahorrarte tiempo y dinero, pues es probable que alguien señale los problemas del GPS, en caso de que los hubiera.
También es mejor que la versión Android del teléfono sea la más reciente. Las versiones anteriores del sistema operativo son más propensas a presentar problemas de seguridad. Una buena opción es adquirir un Android One. En primer lugar, porque los dispositivos que son parte de Android One reciben actualizaciones periódicamente. En segundo lugar, estos smartphones funcionan con Android “stock”; es decir, sin bloatware (software inflado), lo que los hace más fiables, seguros y fáciles de usar.
Configurar el smartphone de tu hijo
Si decides que tu hijo necesita un smartphone, una vez que hayas elegido el modelo, te recomendamos que configures la seguridad antes de entregarle el dispositivo.
- Instala una aplicación de control parental de confianza. Independientemente de la plataforma móvil que elijas y de las herramientas integradas con las que cuente el teléfono, siempre ayuda contar con funciones adicionales.
- Si optas por un smartphone con Android, instala un antivirus móvil potente. Los teléfonos de los niños necesitan protección contra el malware al igual que los teléfonos de los adultos.
- Configura el teléfono para supervisar la seguridad de tu hijo sin entrometerte en su vida ni interferir con sus amistades. En esta publicación te explicamos cómo.