Cómo ahorrar en videojuegos de una forma segura

Los juegos actuales AAA pueden ser muy caros, por lo que no todos pueden pagar su precio total, y algunos jugadores piensan que el entretenimiento no tiene por qué costar tanto. Pero a pesar de todo esto, siguen queriendo jugar, así que muchos buscan otras opciones, incluyendo algunas prácticas que rozan la ilegalidad. Ten cuidado si eres uno de ellos, ya que podrías encontrarte con sorpresas desagradables a la vuelta de la esquina.

Versiones piratas

Una forma común de conseguir un juego de un modo muy económico es descargando una versión pirata. No es legal ni ético, por supuesto, pero para ser honestos, esto no consigue frenar a nadie. Sin embargo, los juegos gratuitos pueden salir caros: los estafadores distribuyen malware, a menudo disfrazado de cracks y activadores de juegos, y sus trampas pueden ser difíciles de evadir.

Códigos de activación de dudosa procedencia

Otra forma de ahorrar dinero en juegos, y a simple vista perfectamente legal, es comprar una clave de activación en una tienda no oficial. Los precios suelen ser más bajos en comparación con los sitios oficiales, lo que atrae a los jugadores más tacaños como moscas a la miel.

Sin embargo, el mercado gris puede resultar sospechoso; de ahí su nombre. Además de vendedores honestos que compran claves en masa y las venden con descuento, también hay bastantes estafadores por este universo. Y distinguirlos no es tarea fácil.

Estas claves en venta pueden haber sido robadas o podrían haber estado destinadas exclusivamente a periodistas. Los editores suelen revocarlas, por lo que la clave dejará de funcionar o el juego desaparecerá de tu cuenta. Es posible que después de un largo tira y afloja, puedas demostrar que compraste esa clave limpiamente, sin tener ni idea de su origen dudoso. ¿Pero vale la pena todo ese agobio por unos euros?

De todas formas, el objetivo principal cuando pagas por un juego es apoyar a los desarrolladores de modo que puedan dar mantenimiento a los servidores de multijugador y crear nuevos juegos y secuelas. Si compras una clave robada, el dinero va directo a los ladrones y los desarrolladores no obtienen nada.

Además, los desarrolladores y editores tienen que emplear una gran cantidad de recursos para investigar tales casos y tratar con clientes afectados y con sus demandas de indemnización. Como consecuencia, algunos estudios independientes ya han comunicado a los jugadores que es preferible que descarguen una copia pirata en lugar de entregarle dinero a los vendedores del mercado gris.

Cuentas predefinidas

No es nada complicado encontrar una oferta jugosa de una cuenta predefinida repleta de juegos en plataformas como Steam u Origin. En comparación con el precio de cada juego individual, dichas cuentas pueden ser verdaderas gangas. Los vendedores explican su generosidad afirmando que, por ejemplo, se han retirado del mundo gaming y desean recuperar al menos una parte de su inversión.

¿Qué podría salir mal? Muchas cosas. En primer lugar, el vendedor puede ser un estafador sin escrúpulos que cogerá tu dinero y se largará, y te quedarás sin cuenta y con la cartera vacía. La verdadera desventaja es que no podrás exigir compensación en ningún lado: las plataformas de juegos prohíben explícitamente la transferencia de cuentas, lo que hace de la compra algo ilegal.

En segundo lugar, la cuenta podría ser robada. El dueño legítimo podría querer recuperarla tarde o temprano (algo lógico), en cuyo caso perderías el dinero que pagaste a los ciberdelincuentes. Una vez más, si la compra inicial iba en contra de las reglas de la plataforma, quejarse no sirve de nada.

En tercer lugar, aunque la cuenta realmente exista y le pertenezca al vendedor, y aunque el vendedor te la entregue, no tienes ninguna garantía de que todo vaya a salir bien. El vendedor podría, tras recibir el dinero, solicitar la restauración de la cuenta afirmando que tú se la robaste.

En cuarto lugar, las plataformas de juegos no están a favor de este tipo de comercializaciones. Por tanto, si detecta la transferencia de una cuenta, el sistema podría bloquearla “hasta que las circunstancia se aclaren”. Por lo que, es muy probable que nunca recuperes esa cuenta.

Por último, las plataformas de juegos prohíben las transferencias de cuentas, así que, si una transacción sale mal, nunca tendrás la razón. Por ello, comprar una cuenta de segunda mano en estas plataformas seguramente sea el modo más arriesgado de escatimar en juegos. Lo mejor es no jugársela con esta opción.

Juegos en las tiendas oficiales

Si deseas ahorrar dinero y no te van los riesgos, usa las vías legales (que es lo que recomendamos en todos los casos). Si estás atento a las ofertas y descuentos especiales, podrás descargar juegos baratos de las tiendas oficiales.

También puedes esperar a que los juegos dejen de ser novedad. Un par de años después del lanzamiento, el precio de los juegos puede descender entre un 80 y 90 %, por lo que la paciencia puede ahorrarte mucho dinero.

En cualquier caso, es importante mantenerse alerta; incluso Steam no es inmune al malware. En 2018, por ejemplo, los estafadores cargaron un minero disfrazado como un simple juego de la plataforma.

Además, a veces los delincuentes crean páginas de juego falsas, ya sea montando un sitio aparte o en el propio Steam. Si visitas por accidente una página falsa, podrías infectarte y perder tu cuenta, por lo que deberás asegúrate de comprobar todo minuciosamente.

Cómo ahorrar en juegos de una forma segura

Para evitar los problemas cuando busques juegos con descuento:

• Compra los juegos solamente en sitios oficiales y espera los descuentos. Aparecen muy a menudo, por lo que no tendrás que esperar mucho.
• No compres lo primero que aparezca. Sí, incluso durante las rebajas de verano de Steam, antes de desembolsar el dinero por un título poco conocido, al menos lee algunas reseñas sobre él. Si algo parece sospechoso, probablemente alguien ya lo haya descubierto.
• Utiliza una solución de seguridad de confianza que no permita que ningún programa sospechoso penetre en tu ordenador, sin importar su atractiva apariencia.