7 pasos para minimizar el lag en Windows 10

Estos siete consejos te ayudarán a obtener el máximo rendimiento de juego en tu PC mientras conservas un alto nivel de protección.

Perder una partida en modo multijugador porque tu ordenador se ha quedado bloqueado durante 50 milésimas de segundo puede resultar muy desagradable. La buena noticia es que puedes evitar este contratiempo en la gran mayoría de los casos. En esta publicación vamos a centrarnos en los problemas relacionados con el software y las soluciones más comunes entre los jugadores actuales. Estos 7 consejos te ayudarán a minimizar las posibilidades de perder a causa del rendimiento de tu equipo.

1. Descarta los problemas con la conexión a Internet

Asegúrate de que tu Internet tenga una velocidad y latencia estables (retraso de la señal). Abre el navegador y accede a un servicio de prueba de velocidad completo como speedtest.net o dslreports.com. Comprueba que la velocidad de Internet sea adecuada (la mayoría de los juegos pueden funcionar con 10 Mbit/s, pero la transmisión de vídeo requiere 50–100 Mbit/s) y un índice de demora muy bajo (también conocido como el ping). Los canales actuales de fibra óptica consiguen normalmente un 5-50 Mbit/s, que está bien para la mayoría de los juegos. Una demora de cientos de milésimas de segundo podría ser un auténtico obstáculo para ganar una partida.

Para resolver este problema es probable que tengas que experimentar con tu router y la configuración del wifi: acercarlo al ordenador donde juegues, conectar por cable el router al ordenador (ten en cuenta que los jugadores profesionales solo utilizan conexiones por cable) o, incluso, cambiar tu proveedor de Internet. Hablaremos más en profundidad sobre este asunto en un próximo artículo, pero por el momento sigamos con los problemas de software.

2. Optimiza la configuración de vídeo de tu juego

Si tu juego consume demasiados recursos y tu tarjeta gráfica no puede proporcionar suficiente potencia de procesamiento, jugar podría resultar frustrante. Establecer un nivel de detalle más bajo o reducir la resolución en la configuración del juego puede ayudar mucho. Concéntrate en reducir los atractivos visuales mientras mantienes cosas como la distancia de visión que te puede ayudar a ganar. Activa un indicador de FPS si es compatible con la configuración del juego y ajusta la configuración hasta que pueda reproducir entre 30 y 60 fotogramas por segundo de tu sistema. Más es mejor (y te concede espacio para mejoras gráficas); menos se suele considerar como que no se puede jugar en juegos dinámicos como los shooters. Para juegos online, se recomiendan más de 60 FPS.

3. Optimiza la configuración de la energía

Esto es fundamental en el caso de los portátiles, pero también es relevante para otros ordenadores. Asegúrate de jugar con la alimentación de CA y de tener habilitado el mejor modo de rendimiento. La forma más sencilla de ajustar esto es haciendo clic en el icono de la batería que aparece la barra de tareas y de mover el control deslizante hacia el extremo derecho, donde se encuentra la configuración de “Mejor rendimiento”.

Ajustar la configuración de potencia puede ayudar a mejorar el rendimiento del juego

4. Detén aplicaciones innecesarias

Cualquier aplicación que compita por recursos con el juego puede dar lugar a ese temido lag. Puede ser útil cerrar todas las ventanas del navegador, las aplicaciones de chat innecesarias y todo lo demás que no esté al nivel del sistema y que no esté relacionado con el juego que estás jugando. Este pequeño truco puede resolver el problema del lag.

Para hacerte una idea de qué aplicaciones consumen la mayor cantidad de memoria y potencia de procesamiento, usa la aplicación Administrador de tareas de Windows. Si haces clic en el botón “Más detalles” en la parte inferior de la ventana, encontrarás toda la información sobre los procesos en ejecución. Ordena esta tabla por las columnas “Memoria” y “CPU” y considera cerrar los procesos que más consuman. También puedes encontrar otros, como un cliente de mensajería que ni siquiera sabías que se estaba ejecutando en segundo plano o alguna otra aplicación discreta.

5. Configura correctamente el antivirus

Muchos jugadores piensan que merece la pena detener una solución antivirus o de seguridad de Internet. Algunos llegan incluso a desinstalarlo de forma permanente. En realidad, este enfoque es anticuado e inútil. De hecho, ¡incluso puede llegar a hacer que tus juegos funcionen más lentamente!

Considera dos cosas: en primer lugar, en Windows 10 no puedes no tener antivirus: si desactivas una solución de terceros, Windows Defender salta automáticamente. En segundo lugar, no todos los antivirus son iguales. Algunas soluciones de seguridad tienen un modo de juego dedicado que minimiza su impacto en el rendimiento del PC, pero Windows Defender no ofrece ese lujo.

Ten en cuenta que probablemente tengas otro antivirus “extra” que desconoces. Está oculto dentro de… ¡Google Chrome! Ese antivirus también tiene una configuración muy limitada y nada que resulte particularmente útil para los jugadores. Esa es otra razón para cerrar las ventanas del navegador cuando intentas optimizar la velocidad de tu ordenador.

Dicho esto, la estrategia correcta para la cuestión del antivirus es instalar una de las pocas soluciones de seguridad que tienen un impacto mínimo comprobado en la velocidad y un modo de juego dedicado para reducir el lag y deshabilitar cualquier ventana emergente, análisis adicionales, etc. Kaspersky Internet Security y Kaspersky Security Cloud ya han recibido las mejores calificaciones en rendimiento y eficiencia durante varios años.

  • Asegúrate de que los análisis o actualizaciones programados estén configurados para que se ejecuten cuando no estés jugando:

Configura el programa de análisis antivirus para que no interrumpa tus sesiones de juego

  • Usa el modo de juego. Este modo se activa automáticamente cada vez que se ejecuta una aplicación a pantalla completa y en este modo la solución de seguridad no ejecutará análisis completos ni actualizará bases de datos para no molestarte.

Asegúrate de que el modo de juego en tu Kaspersky Internet Security o Kaspersky Security Cloud esté activado, minimizando el impacto de la solución de seguridad en el rendimiento

6. Configura Windows Update correctamente

Ciertas operaciones en segundo plano de los subsistemas de Windows 10 pueden ser la causa de los retrasos repentinos. Cuando Windows Update está descargando e instalando algo, afecta sustancialmente al rendimiento. Por eso ayuda a establecer la programación de actualización para cuando no estás jugando: abre la configuración de Windows 10, navega a Windows Update y haz clic en “Cambiar horas activas”. La descripción indica que las horas activas solo afectan al momento de reinicio, pero esta configuración también informa otras tareas de actualización.

Especifica las horas en las que Windows Update no debería ejecutarse para que no afecte al rendimiento de los juegos

7. Mantén el orden en tu ordenador

A medida que pasa el tiempo, casi todos los ordenadores muestran cierta degradación de la velocidad. La razón principal de esta desaceleración es la acumulación de archivos basura y aplicaciones. Para ayudar a que tu ordenador funcione más rápido, debes limpiar los archivos temporales, archivar o eliminar documentos innecesarios y desinstalar los juegos que ya no juegues. Muchas aplicaciones hacen este mantenimiento por ti, y Kaspersky Total Security y Kaspersky Security Cloud también realizan funciones de limpieza.

La limpieza periódica de los archivos basura de tu PC ayuda a mantener su alto rendimiento

Siguiendo todos los pasos anteriores, tu ordenador debe ser una plataforma de juego a prueba de fallos, por lo que ganar se convierte en una cuestión de táctica, habilidad y trabajo en equipo.

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