Los productos de Kaspersky Lab han detectado y prevenido, en sólo tres meses, casi 1,5 billones de amenazas que pretendían infectar los ordenadores de los usuarios. Estos intentos han incluido ataques a dispositivos móviles y programas de malware contra equipos Mac OS X. No obstante, la mayoría de los incidentes registrados han afectado al sistema de Windows: la plataforma más popular para usuarios domésticos.
Debido a la gran cantidad de ordenadores Windows, los hackers dirigen sus ataques contra este sistema operativo. Muy pocos cibercriminales están en este negocio por pura diversión; el dinero es su principal motivación. De este modo, cuantas más víctimas potenciales existan, mayor será el beneficio. Kaspersky Lab detecta una media de 125.000 muestras de malware al día, y la mayoría de ellas han sido diseñadas contra equipos Windows. Esta cifra tan elevada se debe a la relativa facilidad con la que el nuevo malware puede desarrollarse a partir de muestras ya existentes. Existen programas especiales para cibercriminales vagos y poco experimentados que reúnen virus y troyanos procedentes de fragmentos de código ya existentes. No obstante,también hay numerosos programas maliciosos tan sofisticados que crearlos cuesta miles de dólares.
El fin de los cibercriminales está cambiando al mismo tiempo que lo hacen los objetivos de los programas de malware que desarrollan. En lugar de virus que interrumpen las operaciones de un sistema, los estafadores usan troyanos diseñados para robar los datos confidenciales sin que el sistema se percate. La información económica (credenciales del usuario para acceder a las cuentas de banca online, tarjetas de crédito…) es su prioridad. Sin embargo, tampoco desaprovechan ninguna oportunidad de recoger cualquier otro tipo de información. Por ejemplo: una cuenta en una red social popular se puede vender a spammers especializados en envío masivo de mensajes que contienen anuncios o enlaces a páginas infectadas. En general, los criminales cibernéticos pueden vender casi todo; por ejemplo: un objeto malicioso que haga que un ordenador forme parte de un botnet para ataques DDoS o distribución de spam.
También existen otras tácticas para ganar dinero aparte del robo de datos. Por ejemplo: el blackmail es algo realmente popular. Un troyano de ransomware bloquea la actividad del usuario en su ordenador y le envía una notificación con una imagen ofensiva. La imagen obliga al usuario a enviar un mensaje de texto, realmente caro, a un número específico para recibir un código que desbloquee el equipo. Por supuesto, no deberíamos enviar ningún sms. En este caso, lo recomendable sería usar Kaspersky Deblocker para solucionar el problema.
Internet se ha convertido en una fuente constante para este tipo de amenazas. En el segundo cuarto del año 2012, los productos de Kaspersky Lab repelieron más de 400 millones de ataques lanzados desde páginas web de todo el mundo. Estas cifras nos sugieren que hemos salvado gigabites de datos de estos ataques, sin mencionar que hemos reducido la ansiedad que sufren los usuarios a la hora de luchar contra un sistema infectado.
La situación general, en relación con las amenazas de Windows, demuestra que la protección es un tema urgente y son necesarias soluciones de seguridad como Kaspersky Internet Security 2013. Este producto interactúa, activamente, con el servicio de seguridad en la nube de Kaspersky, Kaspersky Security Network. Un antivirus de web reduce, significativamente, el riesgo de que nuestro ordenador se infecte una vez hayamos visitado una página peligrosa. Además, las tecnologías antispam nos protegen contra los correos no deseados, inclusive emails de phishing que se han diseñado para robar información. La lista podría crecer y crecer, pero, la conclusión general es que el número de ataques contra Windows seguirá creciendo y debemos estar preparados para el futuro.