COVID-19: El confinamiento estanca las carreras de las mujeres en la tecnología

Una encuesta ha descubierto que casi la mitad de las mujeres que trabajan en el sector de la tecnología piensan que los efectos del COVID-19 han entorpecido, en lugar de impulsar, sus expectativas profesionales.

Estamos todos de acuerdo en que el efecto del COVID-19 se ha sentido todo el mundo y en todos los aspectos de la vida cotidiana. Desde el confinamiento hasta la mascarilla; todos hemos tenido que que hacer cambios en nuestro día a día.

De hecho, se esperaba que la vida en confinamiento supusiera un cambio positivo para la equidad de género dentro del mundo de la tecnología, al nivelar el terreno de juego de mujeres y hombres en términos de planificación social y familiar. Se suponía que sería el fin de los estereotipos tradicionales.

Cómo ha progresado el camino hacia la equidad de género durante la pandemia

Sin embargo, no todo es lo que parece. Un nuevo informe de Kaspersky muestra que alrededor de la mitad de las mujeres del sector de la tecnología cree que los efectos del COVID-19 han entorpecido, en lugar de impulsar, su desarrollo profesional. Algunas de las razones principales recaen en las labores cotidianas, donde la educación en casa y la limpieza ocupan la mayor parte, pero otros problemas, como adaptar las horas laborales alrededor de la vida en familia, también tienen un rol importante.

A su vez, la encuesta reveló que muchas empresas parecen haber dado un paso importante hacia la diversidad de género; siete de cada diez mujeres consideran que sus habilidades y experiencia fueron más importantes que su género a la hora de postularse para un primer puesto en los departamentos de informática o tecnología. Casi el mismo número de mujeres (el 69 %) afirma haberse sentido respetada desde el principio, sin importar su género.

Sin embargo, los equipos compuestos en su mayoría por hombres predominan sobre los equipos de mujeres; el 44 % de las mujeres encuestadas creen que los hombres tienen un desarrollo profesional más rápido en sus organizaciones, en comparación con el de las mujeres. La pandemia sumó a la ecuación la educación en casa y otros retos, lo que provocó que 4 de cada 10 mujeres afirmaran que el desarrollo en sus carreras se había visto suspendido en los últimos meses debido a las presiones en la familia o el hogar.

El impacto de la pandemia en la cultura y política laboral

¿Qué pueden hacer las grandes empresas para mejorar la situación de esos empleados, sin importar su género, que hacen malabares entre el teletrabajo y la vida en familia? Merici Vinton, cofundadora y CEO de Ada lo expresa de forma sencilla: “Las empresas deben indicar, mediante su cultura y política, que conceden a sus empleados, tanto padres como madres, la flexibilidad que necesitan durante el COVID (y más allá)”.

La pandemia ha provocado cambios irreversibles en la economía mundial y la vida laboral de las personas; por ello, las empresas necesitan adaptarse a estos cambios y facilitar los ambientes de trabajo que sean cómodos para sus empleados, de forma que estos puedan mantener un mejor equilibro entre trabajo y vida que antes o, incluso, sentirse más eficientes (lo cual ya es una realidad para el 31 % de las mujeres encuestadas). Para ello, las organizaciones necesitan escuchar más a sus empleados y recurrir a las buenas prácticas que otros ya han presentado.

Para más información y acceso al informe completo, sigue este enlace.

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