Los inversionistas y los periodistas han comparado el éxito de las inversiones en criptomonedas, como el bitcoin, con la fiebre del oro que se produjo en Estados Unidos a mediados del siglo XIX. Otras personas comparan el auge de las monedas digitales con la crisis de los tulipanes de los Países Bajos en el siglo XVIII. Aún es muy pronto para saber si el bitcoin y otras monedas digitales similares perdurarán en el tiempo y se convertirán en el nuevo estándar de oro o si colapsarán como la crisis de los tulipanes de los Países Bajos.
Monedas digitales
Las monedas digitales, o criptomonedas, son tokens electrónicos generados por redes de ordenadores que buscan reemplazar a las divisas tradicionales. No es lo mismo pagar con una moneda digital que hacerlo con una tarjeta de crédito o de débito, o con una cuenta de PayPal o ApplePay, ya que todos estos sistemas acceden de forma digital a las divisas tradicionales, como el dólar estadounidense, la libra esterlina y el yuan chino.
En cambio, los tokens de monedas digitales tienen un valor sobre la base de su intercambio por divisas tradicionales y productos básicos a través de bolsas en línea especiales, como BitPay. Estas bolsas tienen un modo de operación similar al de PayPal; sin embargo, no están asociadas con esta empresa. Tal como ocurre con el oro, las divisas y los productos básicos tienen un valor sobre la base de estándares bancarios nacionales e internacionales.
Creación de monedas digitales
Para crear criptomonedas, una red distribuida de ordenadores en una comunidad cerrada basada en Internet analiza un conjunto de algoritmos criptográficos complejos, y el resultado de los programas especializados es una criptomoneda representada mediante tokens digitales. Estos tokens son válidos solo para el intercambio dentro de comunidades digitales; además, personas y organizaciones pueden crear cuentas (también llamados monederos) en estas comunidades especializadas.
Los fundadores de las comunidades determinan la cantidad máxima de tokens que pueden generar los ordenadores que respaldan las transacciones de la comunidad. El proceso de colaboración abierta distribuida utilizado para financiar la comunidad se denomina "oferta inicial de monedas" (ICO).
Una de las primeras criptomonedas creadas con un límite establecido de producción (y evidentemente la más popular) es el bitcoin. Una persona, quien solo se conoce por el seudónimo Satoshi Nakamoto, estableció el bitcoin y la tecnología para generar y administrar la criptomoneda en el 2008. Nakamoto estableció el límite de bitcoins que se pueden generar en la red distribuida de ordenadores en 21 millones. Este límite garantiza la demanda de los tokens, que posteriormente aumentan en cuanto a su valor.
El valor del bitcoin
A finales de agosto de 2017, el precio de intercambio asignado del bitcoin era de casi 5000 $ por unidad. Este precio excedía bastante el valor del oro, que era de aproximadamente 1300 $ en ese período. Sin embargo, solo dos semanas después de este punto álgido, el valor del bitcoin cayó a aproximadamente 3000 $. Todas las personas que invirtieron dinero real en bítcoines a mediados de agosto y no vendieron sus monedas antes de la caída perdieron casi un 40 % de la inversión.
Debido a su posición como la moneda digital más popular del mundo, la comunidad del Bitcoin se ha convertido en un estándar por derecho propio, muy parecido a como lo hicieron las reconocidas bolsas de valores de Wall Street, Londres y Japón. Como resultado, cuando otros mercados de monedas digitales flaquean, el valor del bitcoin también cae. En el caso de la dramática caída en el valor del bitcoin a finales de agosto de 2017, esto ocurrió porque otras criptomonedas perdieron el apoyo del gobierno chino después de proliferar a un ritmo alarmante en China durante el 2017.
El gobierno de China temía el crecimiento de grandes y complejas redes de esquema piramidal basadas en bolsas de criptomonedas con sus propios tokens similares al bitcoin. Como consecuencia, el gobierno ordenó el cese de las operaciones de bolsas, como BTCC, OKcoin y Huobi, para finales de septiembre de 2017. Este decreto provocó la pérdida de la confianza en las bolsas globales de criptomonedas y el miedo dio pie a la rápida depreciación del bitcoin.
Ahora que se ha demostrado que el bitcoin cuenta con un nivel de volatilidad que no se ve en las divisas tradicionales ni con el estándar de oro, es poco probable que a corto plazo se convierta en un estándar de divisa global.
Seguridad del bitcoin
Desde el año 2010, se han producido casi una docena de intercambios de criptomonedas por parte de piratas informáticos. Las pérdidas alcanzan los cientos de millones (de dólares). Sin embargo, de forma comparativa, las instituciones bancarias y financieras tradicionales han perdido miles de millones de dólares como consecuencia de ataques de ciberdelincuentes en este mismo período. Los programadores y las comunidades de criptomonedas trabajan arduamente para identificar y solucionar las vulnerabilidades de sus redes de cadena de bloques (blockchain). Si el bitcoin se convierte en una divisa aceptada por el comercio físico, es posible que los sofisticados algoritmos computacionales eclipsen la función de los bancos centrales gubernamentales.
A nivel personal, aquellos que desean invertir en bítcoins deben contar con medidas adecuadas de seguridad en Internet antes de acceder a su información financiera y realizar transacciones.