Todos los jugadores quieren tener la mejor experiencia de juego posible y nadie quiere experimentar retardos durante la partida. En esta descripción general, vamos a explorar cómo mejorar el rendimiento de los videojuegos reduciendo el ping y aumentando los FPS.
¿Qué es el ping?
¿Qué significa «ping»? En los videojuegos online, «ping» hace referencia al tiempo que tardan los datos en viajar de tu ordenador hasta un servidor (o el ordenador de otro jugador) y, luego, de vuelta a tu equipo. A esa medición se la conoce como la latencia (a veces también llamada retardo) entre el ordenador y su servidor. El ping se mide en milisegundos (ms).
El ping ayuda a los jugadores a saber con qué velocidad se comunica su ordenador con un servidor del juego o con otro jugador online. Una prueba de ping puede ayudar a un jugador a saber si experimentará descensos en la respuesta durante la partida. Los términos «ping bajo» y «ping alto» son comunes al hablar de la velocidad del ping. Por lo general, es preferible tener un ping bajo, especialmente en los videojuegos donde el tiempo de reacción y la posición son importantes. Los jugadores con un ping alto experimentarán retrasos que podrían afectar al resultado de la partida. Muchos juegos online muestran tu tiempo de ping, además del ping del resto de jugadores o de los servidores.
El término «ping» se remonta a la Segunda Guerra Mundial, cuando se utilizaba para referirse a la señal que enviaban los submarinos para medir su distancia respecto a otras embarcaciones en el océano.
¿Cuál sería una buena velocidad de ping?
Dado que el ping está directamente relacionado con el rendimiento en los juegos online, es útil saber cuál sería una buena velocidad del ping para jugar.
En general, un ping aceptable rondaría los 40-60 ms o menos. Una velocidad de más de 100 ms muestra un retraso notable y, si supera los 170 ms, algunos juegos rechazarán totalmente tu conexión. Tener menos de 20 ms sería ideal para jugar, y permitiría disfrutar de gráficos claros, una acción rápida y ningún retardo durante la partida. Ten en cuenta que cada 50 ms adicionales pueden ser una desventaja.
Sin embargo, los requisitos de ping varían entre juegos, por lo que depende del tipo de juego que estés usando. Por ejemplo:
- Juegos de disparos en primera persona (FPS) y juegos de carreras: como los tiempos son cruciales, un ping inferior a 50 ms te ayudará a mantener la competitividad ante otros jugadores.
- Juegos multijugador online masivos (MMO): en los MMO, el ping puede ser mayor sin que esto impida jugar; algunos videojuegos son capaces de admitir hasta 250 ms o más. Sin embargo, en situaciones de jugador contra jugador (PvP) en tiempo real, es aconsejable contar con un ping inferior a 150 ms.
- Juegos de estrategia en tiempo real (RTS): aunque los juegos RTS pueden usarse con hasta 200 ms, se considera que tener menos de 150 ms es lo ideal.
Cómo probar el ping
Si te estás preguntando: «¿Cuál es mi ping?», existen dos opciones que puedes usar para saberlo:
Una prueba del ping dentro del juego:
La mayoría de los juegos online te permiten comprobar el ping directamente dentro del juego. Ve a los ajustes del juego y busca una opción que diga algo como «Estadísticas de rendimiento en pantalla» u «Opciones de red de visualización» (las palabras exactas cambiarán según el juego). Una prueba del ping dentro del juego te ofrecerá la medida más precisa del rendimiento de red para el juego y el servidor específicos en los que estás jugando.
Prueba del ping en Internet:
También puedes comprobar el ping en Internet desde uno de los distintos sitios para probar el ping online. Estos sitios encontrarán servidores cerca de ti y te dirán el ping promedio que puedes esperar cuando juegues online.
¿Por qué mi ping es tan alto?
Hay varios motivos por los que tu ping puede ser alto. Estos son algunos de ellos:
- El tipo de enrutador que utilizas, lo moderno es, dónde está colocado y si su firmware está actualizado.
- El tipo de ordenador que usas, si está optimizado para jugar, si está actualizado o si necesita una limpieza.
- Las cachés de tu módem o enrutador.
- Si hay aplicaciones y programas ejecutándose en segundo plano en el dispositivo.
- Si se están realizando actualizaciones automáticas mientras juegas.
- La cantidad de dispositivos conectados al enrutador que se están usando al mismo tiempo.
- Los ajustes del juego y de qué manera se han optimizado.
Cómo reducir el ping
Si quieres saber cómo mejorar el ping para optimizar tu experiencia de juego, estos son algunos pasos que puedes seguir:
- Cierra los programas o procesos que se estén ejecutando en segundo plano. Algunas de estas aplicaciones pueden consumir memoria o iniciar procesos que requieran acceder a Internet, lo cual ralentiza el juego.
- Desactiva las actualizaciones. Programa las actualizaciones para los momentos en los que no estés usando el equipo. Las actualizaciones que ocurren mientras estás jugando pueden competir por el ancho de banda o tratar de descargar archivos en momentos inoportunos.
- Comprueba si alguien está usando un servicio que consume mucho ancho de banda en tu casa, por ejemplo, la descarga de archivos grandes. Cuantos más dispositivos haya conectados y usando activamente la conexión a Internet, mayor será el ping que sufrirás.
- Revisa los cables entre el enrutador y la toma de la pared. Asegúrate de que están totalmente conectados: las conexiones de cable pueden soltarse con el tiempo y tendrías que apretarlas.
- Considera mover tu dispositivo más cerca del enrutador o conectar el ordenador o la consola directamente al enrutador a través de un cable de Ethernet. Las conexiones inalámbricas sufren de pérdidas de paquetes debido a las tecnologías de cifrado y a que ofrecen servicio a varios dispositivos a la vez. Puedes obtener una conexión más sólida y rápida usando un cable de Ethernet.
- Borra la caché de tu enrutador. Si la caché de Internet está llena, los dispositivos se pueden ralentizar. Haz un restablecimiento completo del enrutador para borrar completamente las cookies y dejar tu dispositivo como nuevo.
- Coloca el enrutador en un espacio abierto. Las paredes y los objetos pueden obstruir las conexiones inalámbricas de Internet. Comprueba si el enrutador está en un espacio abierto y despejado, y si está configurado correctamente.
- Actualiza el firmware de tu enrutador. Los dispositivos pueden ralentizarse si no tienen las actualizaciones de software o seguridad más recientes, y lo mismo ocurre con los enrutadores. Por ello, asegúrate de que el firmware del enrutador esté actualizado.
- Apaga el enrutador y vuelve a encenderlo. Desconecta el cable de alimentación del enrutador y espera un minuto antes de volver a conectarlo. Si tu configuración se compone de un enrutador y un módem independientes, apaga los dos y no solo el enrutador.
- Considera comprar un enrutador nuevo. Si usas el enrutador predeterminado que te entregó tu proveedor de servicios de Internet, es posible que no le saques el mayor provecho a tu conexión. Adquirir un enrutador mejor podría ayudarte a mejorar tanto las velocidades de conexión como tu cobertura de Wi-Fi. Puedes leer nuestra guía para configurar una red doméstica aquí.
- Plantéate contratar un plan de Internet con mayor ancho de banda. Ponte en contacto con tu proveedor de Internet si has seguido los pasos anteriores y todavía no estás satisfecho con tu ping. Por lo general, tu proveedor de Internet podrá detectar y corregir cualquier posible problema de forma remota, lo cual mejorará la velocidad. Si no hay ningún fallo en la conexión, entonces es momento de que consideres cambiarte a otro proveedor. Un plan de Internet con mayor ancho de banda puede ser tu mejor opción para mejorar tu rendimiento general en los videojuegos.
Independientemente de los juegos que te gusten, estos ajustes reducirán el ping y mejorarán la velocidad de tus partidas.
¿Qué son los FPS?
Además del ping, otro aspecto fundamental de los juegos online son los FPS. En el contexto de los videojuegos, «FPS» puede hacer referencia a los juegos de disparos en primera persona. Sin embargo, también puede referirse a «fotogramas por segundo», lo cual se refiere a cuántos fotogramas (es decir, imágenes) puede generar tu tarjeta gráfica cada segundo, o bien cuantos fotogramas puede mostrar tu monitor cada segundo. Cuanto mayor sea el FPS, más fluido se verá el juego y mayor capacidad de respuesta tendrá. Un FPS bajo hará que la imagen del juego parezca que se corta, lo cual hace más difícil jugar y disfrutar.
Así que, ¿qué nivel de FPS se considera ideal para jugar?
30 FPS: se considera el mínimo para poder jugar. Es la velocidad de fotogramas más común que se observa en los juegos de videoconsola y en algunos ordenadores de gama baja. Sin embargo, los jugadores no notarán cortes a menos que los FPS desciendan a 20 o menos.
60 FPS: se considera la velocidad de fotogramas ideal. Una ordenador para juegos decente debería alcanzar los 60 FPS en la mayoría de los juegos, aunque algunos pueden requerir ajustes diferentes. Esta velocidad de fotogramas también es la que se observa en la mayoría de monitores y televisores.
120 FPS: solo se logra en ordenadores gaming de alta gama conectados a monitores con una frecuencia de actualización de 144 Hz. Debido a los requisitos de hardware y el coste asociado, esta opción es la que usan los jugadores entusiastas.
240 FPS: la velocidad de fotogramas más alta que se puede alcanzar. Solo se puede mostrar en monitores con una frecuencia de actualización de 240 Hz. Los elevados costes de hardware hacen que los 240 FPS solo sea una opción válida para una cantidad relativamente pequeña de jugadores entusiastas.
Muchos juegos muestran en pantalla la velocidad de fotogramas durante la experiencia de juego. Para activar esta opción, consulta los ajustes de vídeo en el menú de configuración del juego.
No es posible mantener una velocidad de fotogramas completamente estable, ya que fluctuará independientemente de lo potente que sea el sistema que uses o de lo bien optimizado que esté un juego. Sin embargo, cuanto más alta sea la velocidad de fotogramas, menos perceptibles serán esas fluctuaciones.
Estas son algunas causas comunes de un FPS bajo:
- Controladores obsoletos
- Tarjetas gráficas viejas o lentas
- Otros programas en ejecución en el ordenador
- Una configuración del juego con valores demasiado exigentes
- El uso de una resolución más alta de lo necesario
Cómo aumentar los FPS
Si te preguntas cómo aumentar los FPS en un ordenador de escritorio o portátil, estas son algunas medidas que puedes aplicar:
Activa el Modo juego en Windows 10:
- Haz clic en Inicio y, a continuación, accede a «Configuración».
- En el cuadro de búsqueda de la ventana «Configuración», escribe «juego» y selecciona "Configuración del Modo Juego" en los resultados de búsqueda.
- Si no está activado, actívalo deslizando el botón a la derecha. Es posible que tengas que reiniciar el equipo para que la configuración surta efecto.
Asegúrate de tener instalado el controlador de vídeo más reciente:
Comprueba que las actualizaciones del sistema y los controladores de dispositivo del ordenador estén actualizados; esto ayudará a optimizar tu equipo para jugar.
Sigue estos pasos para comprobar las actualizaciones de Windows:
- Haz clic en Inicio y selecciona «Configuración».
- A continuación, escribe «Actualizaciones» y selecciona «Buscar actualizaciones» en los resultados de búsqueda.
- Usa la ventana de Windows Update para asegurarte de que las actualizaciones más recientes están instaladas.
Para actualizar los controladores de la tarjeta de vídeo:
- Esta acción debería realizarse automáticamente cuando buscas actualizaciones de Windows, pero es posible que también haya actualizaciones nuevas de la tarjeta gráfica pendientes.
- Si usas Nvidia GeForce Experience, inicia la aplicación y haz clic en «Controladores» en la parte superior de la ventana.
- Haz clic en «Buscar actualizaciones» para comprobar si hay alguna nueva pendiente de instalar.
Optimiza la configuración del juego:
- Cada juego es diferente, pero, si tu velocidad de fotogramas es muy baja, puedes revisar la pantalla de configuración del juego y reducir la calidad de imagen.
- Es posible que solo haya un botón para cambiar la calidad de imagen de «alta» a «media», o quizá tengas que modificar ajustes concretos para cambiar la distancia de visualización, las sombras, los efectos de textura, etc.
Reduce la resolución de pantalla:
- También puedes probar a reducir la resolución de pantalla, que suele ser un ajuste de pantalla distinto a la calidad de vídeo.
- Ve a la configuración del ordenador, selecciona «Sistema» y, a continuación, «Configuración de pantalla avanzada»; después, elige una opción de resolución más baja en el menú «Resolución».
Actualiza la tarjeta gráfica:
- Actualizar la tarjeta gráfica podría no ser una opción si juegas en un portátil (aunque hay algunas excepciones).
- Sin embargo, si usas un ordenador de escritorio, puedes cambiar la tarjeta gráfica por una que aumente considerablemente la velocidad de fotogramas y optimice el rendimiento de los juegos.
Si tomas medidas para reducir el ping y aumentar los FPS, sin duda tu experiencia de juego será más fluida y agradable.
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