Internet puede ser una zona peligrosa para los niños y los adolescentes. Desde ciberdepredadores hasta publicaciones en redes sociales que pueden volver para perseguirles más adelante en la vida, los riesgos pueden ser aterradores. Los niños también pueden exponer involuntariamente a sus familias a los riesgos online, por ejemplo, al descargar accidentalmente malware que podría dar acceso a los cibercriminales a información sobre las cuentas bancarias o a otra información confidencial. Proteger a los niños en Internet es ante todo una cuestión de concienciación: saber qué peligros acechan y cómo protegerse contra ellos. El software de ciberseguridad puede ayudar a proteger contra algunas amenazas, pero la medida de seguridad más importante es comunicarte con tus hijos.
A continuación se incluyen los siete riesgos más importantes a los que los niños se enfrentan online:
1/ Ciberacoso
Según Internetsafety101.org, el 90 % de los adolescentes que participan en las redes sociales han hecho caso omiso del acoso que han presenciado, y un tercio de ellos han sido víctimas de ciberacoso. Las redes sociales y los juegos online son patios de recreo virtuales actuales y en ellos se produce mucho ciberacoso. Por ejemplo, los niños pueden ser objeto de burlas en los intercambios de las redes sociales. O bien, en los juegos online, ellos o sus "personajes" pueden verse sometidos a un ataque continuo, por lo que el juego deja de ser una aventura imaginativa para convertirse en una humillante odisea.
El mejor fundamento para protegerte del ciberacoso es sentirte cómodo hablando con tus hijos sobre lo que sucede en sus vidas y sobre cómo hacer frente a los acosadores.
2/ Ciberdepredadores
Los depredadores sexuales, entre otros, pueden acosar a los niños en Internet, aprovecharse de su inocencia, abusar de su confianza y, quizás, en última instancia, atraerlos a encuentros personales muy peligrosos. Estos depredadores acechan en las redes sociales y los sitios de juegos que atraen a los niños (los mismos patios de recreo virtuales donde se produce mucho ciberacoso). Allí, no solo pueden aprovecharse de la inocencia de los niños, sino también de su gran imaginación. "Imaginemos que" es una parte sana y común del juego, y la interacción online, pero los depredadores pueden utilizarla como gancho para atraer a los niños.
El FBI ofrece orientación con respecto a la protección contra los depredadores y otros riesgos online para mantener la seguridad de los niños. Sin embargo, de nuevo, la mejor protección es ser capaz de hablar con tus hijos acerca de lo que está ocurriendo en sus vidas.
3/ Publicación de información privada
Los niños aún no comprenden las barreras sociales. Pueden publicar información personal online, por ejemplo, en sus perfiles de las redes sociales, que no debe hacerse pública. Podría ser cualquier cosa, desde imágenes de momentos personales embarazosos hasta sus domicilios.
Si tus hijos realizan publicaciones en público, tú también puedes verlas, y no hay nada malo en recordarles que si mamá y papá pueden verlas, también pueden hacerlo los demás. No fisgonees; en su lugar, habla con tus hijos sobre los límites.
4/ Phishing
El phishing es como los profesionales de la ciberseguridad llaman al uso de los mensajes de correo electrónico que tratan de engañar a la gente para que hagan clic en enlaces o archivos adjuntos maliciosos. ("Oye, creo que podría interesarte esto"). Esto también se puede hacer con los mensajes de texto maliciosos (en ese caso, se llama "smishing").
Los correos electrónicos de phishing y los textos de smishing pueden surgir en cualquier momento, pero los cibercriminales que los idean vigilan los sitios que son populares entre los niños y recopilan información, como direcciones de correo electrónico y nombres de amigos, para utilizarla en sus estafas. Enseña a tus hijos a evitar hacer clic en correos electrónicos o textos procedentes de extraños, así como a desconfiar de los mensajes que dicen ser de sus amigos pero no tienen ningún mensaje personal auténtico adjunto.
5/ Víctimas de estafas
Probablemente los niños no caigan si un príncipe nigeriano les ofrece un millón de dólares, pero podrían caer en las estafas que ofrecen cosas que valoran, como acceso gratuito a juegos online. Los jóvenes son blancos fáciles para las estafas, ya que aún no han aprendido a ser cautelosos. Al igual que ocurre con el phishing, los cibercriminales pueden utilizar los sitios populares entre los niños para identificar a víctimas potenciales y, a continuación, prometerles algo a cambio de lo que quieren, como información sobre la tarjeta de crédito de sus padres.
Tanto para los jóvenes como para los mayores, la mejor protección contra las estafas es saber que si una oferta suena demasiado buena para ser verdad, probablemente no sea verdad. Enseña a tus hijos a desconfiar de las ofertas online que prometen demasiado.
6/ Descarga accidental de malware
El malware es un software de ordenadores que se instala sin el conocimiento o el permiso de la víctima y realiza acciones perjudiciales en el ordenador. Esto incluye el robo o secuestro de información personal de tu ordenador para utilizarla en un "botnet", que provoca un rendimiento lento. Los cibercriminales suelen engañar a la gente para que descarguen malware. El phishing es uno de esos engaños, pero hay otros, como convencer a las víctimas para que descarguen supuestos juegos, que pueden cautivar especialmente a los niños.
Como en el caso de las estafas, educar a tus hijos es la mejor protección, pero el software antivirus y las protecciones de seguridad relacionadas pueden ayudar a proteger el ordenador de tus hijos contra cualquier malware que se cuele en él. Además, muchos productos de seguridad en Internet también incluyen controles parentales específicos que pueden ayudarte a establecer un marco seguro para las actividades online de tus hijos.
7/ Publicaciones que pueden volver para perseguir a los niños más adelante en la vida
Internet no tiene una tecla Suprimir. Cualquier cosa que tu hijo pone online es casi imposible de eliminar posteriormente. Pero los adolescentes en particular no piensan en la forma en que un futuro jefe (o, algún día, un futuro cónyuge) podría reaccionar a imágenes "divertidas" o a otros contenidos personales que publican en sus perfiles en las redes sociales o en otros sitios web.
Explica a tus hijos que podrían cambiar la manera en que desean presentarse online, pero que Internet no les dejaría.
Internet puede representar un peligro para los niños. También puede ofrecerles maravillas que las generaciones anteriores ni siquiera pudieron haber soñado. Asegúrate de que tus hijos experimenten las alegrías de un mundo online, no sus peligros.
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